Agradecimientos a Juan Carlos por su aportación al documento, es posiblemente la persona que mejor conoce el edificio termal de las Bóvedas. Y también junto a Alejandro, Ángel, Benito, Javier y
Paco por aguantar mis desvaríos y disertaciones.
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INDICE
1.- INTRODUCCIÓN.
2.-
EL ENTORNO DE LAS TERMAS ROMANAS DE LAS BÓVEDAS.
Realizado por Daniel Moreno Fernández.
2.1.- SITUACIÓN Y ANTECEDENTES.
2.2.- LAS IMÁGENES AÉREAS.
2.3.- ANÁLISIS DE LAS IMÁGENES AÉREAS.
2.3.1.- Vuelo Americano Serie A -
1946.
2.3.2.- Vuelo Americano Serie B -
1956.
2.3.3.- Imagen Aérea de 1973.
2.3.4.- Imagen Aérea de 1980.
2.4.- CONCLUSIONES.
3.- LAS
TERMAS ROMANAS DE LAS BÓVEDAS.
Realizado por Juan Carlos García Romero.
3.1.- INTRODUCCIÓN.
3.2.- DESCRIPCIÓN.
4.-
EL EDIFICIO TERMAL.
Realizado por Daniel Moreno Fernández.
4.1.- GALERÍA FOTOGRÁFICA DEL EDIFICIO DE
LAS BÓVEDAS.
4.1.1.- SALA CENTRAL - SALA 1.
4.1.2.- SALA 2 - ¿ACCESO -
FRIGIDARIUM?.
4.1.3.- SALA 3 - TEPIDARIUM.
4.1.4.- SALA 4 - CALDARIUM.
4.1.5.- PRAEFURNIUM.
4.1.6.- SALA 5 - ¿CALDARIUM, TEPIDARIUM?.
4.1.7.- SALA 6 - FRIGIDARIUM.
4.1.8.- SALA 7 - FRIGIDARIUM.
4.1.9.- ALCANTARILLAS - DESAGÜES.
4.1.10.- SALA 8 - ¿FRIGIDARIUM?.
4.1.11.- SALA 9.
4.1.12.- CANALIZACIONES EN MUROS
MEDIANEROS.
BIBLIOGRAFÍA.
Marbella, Junio 2019
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Daniel Moreno Fernández
1.- INTRODUCCIÓN
Días atrás echando un vistazo en las imágenes
aéreas de los vuelos americanos, sobre puntos estratégicos, arqueológicamente hablando, de la zona de Marbella, encontré (las calificaría como
curiosas) unas sombras/marcas sobre el terreno, en la zona de Guadalmina, San
Pedro de Alcántara, junto al edificio termal romano llamado de Las Bóvedas. La
curiosidad de estas marcas radica en la coincidencia formal con la estructura
del edificio de Las Bóvedas, de planta octogonal, en concreto son muy visibles
las marcas de tres grandes octógonos. También son visibles un gran número de
líneas rectas y marcas con forma regular, otras que muy posiblemente fueran el
acueducto y una canalización a nivel de suelo. nombradas por antiguos
descriptores de la zona. Que pudieron, quien sabe, todas o alguna de ellas pertenecer
a estructuras que formaban parte del asentamiento, del cual desconocemos su
alcance, pero que tuvo que existir en el entorno del edificio de Las Bóvedas.
Tras escalar las imágenes, dibujar sobre ellas
las posibles estructuras y acotarlas, buscamos y comparamos esta imagen aérea
con otras de diferentes fechas con el fin de encontrar otras posibles pistas
sobre lo que pudo haber en la zona. Para al final superponer esas marcas sobre
una imagen aérea actual, y situarlas así en el laberinto de calles y viviendas
de la urbanización que las cubrió a lo largo de las últimas décadas.
Más adelante Juan Carlos García Romero nos
habla del edificio termal de Las Bóvedas. Nos comenta sobre las intervenciones
realizadas en el edificio, nos describe su estructura y fábrica constructiva, la
situación actual, lo que tuvo que ser en época romana, y lo que debería ser en
un futuro.
Y para finalizar hago una propuesta sobre la
configuración y uso de las diferentes salas. Y de algo que hace que el edificio
sea único en el mundo, al menos no hemos encontrado nada parecido hasta ahora.
Que es la existencia de un sistema de galerías en la planta superior, utilizadas con
toda probabilidad, para aportar agua en forma de ducha en las salas
abovedadas del edificio. Todo esto acompañado finalmente por una amplia galería
fotográfica descriptiva como apoyo a los textos.
2.- EL ENTORNO DE LAS TERMAS ROMANAS DE
LAS BÓVEDAS
2.1.- SITUACIÓN Y ANTECEDENTES
El sitio arqueológico de Las Bóvedas se
encuentra en el margen izquierdo de la desembocadura del arroyo del Chopo, en
la urbanización Guadalmina, en San Pedro de Alcántara. Consta de una torre
vigía (siglo XVI) y de unas termas romanas (siglos II-III d.C.) las dos se
encuentran en primera línea de playa. Apenas a 600 metros, al otro lado del
arroyo del Chopo, se encuentra la basílica paleocristiana de Vega del Mar, lo
que hace de este entorno uno de los más interesantes, en cuanto a arqueología
se refiere, de la Costa del Sol. En este estudio nos centraremos en el entorno más
próximo a las Bóvedas, en concreto la zona septentrional, la cual,
desgraciadamente, debido al crecimiento urbanístico y la ignorancia, nos ha arrebatado
cualquier tipo de vestigio arqueológico, siendo actualmente solo visibles los
dos nombrados anteriormente. Y posiblemente esto es así gracias a que el
edificio termal hasta finales de los 80 (que pasó a ser público) se encontraba dentro de una
parcela privada y sus propietarios quisieron conservarla adaptándola como zona privada
de ocio.
Imagen
obtenida de Google Maps
La primera referencia,
en este caso gráfica, nos la aporta el pintor Anton van der Wyngaerde, que por
encargo de Felipe II, en 1567, realizó, desde un punto elevado de Sierra Bermeja,
un grabado titulado "vista de la costa de África" en el cual con gran
detalle dibuja la costa entre Marbella y Estepona, y en su parte central (dibujadas
las tres con gran detalle) el edificio termal de las Bóvedas, incluyendo en su
parte izquierda restos parciales de un acueducto. En la leyenda del grabado los
nombra como "baños moros antiguos".
Imagen
parcial de la representación de Anton van der Wyngaerde realizada en 1567 donde
se muestra las Bóvedas.
La siguiente referencia nos la aporta "El
Tratado de las Marinas" de Macario Fariñas del Corral, de 1663. Rondeño
que realizó un viaje descriptivo de la costa entre Málaga y Cádiz, y sitúa a
las Bóvedas a dos leguas de Marbella, las llama ya así porque dice que "hay aquí unos acueductos por debajo de
tierra de más de media legua de largo" y nombra al conjunto como
Salduba porque según dice "aquí hubo
unas salinas". Comenta "Aquí
se baten unos acueductos y caminan el uno a un gran despoblado que llaman
Estepona la Vieja y dista media legua de Salduba". Al parecer vio dos
acueductos o canalizaciones en algunos tramos bajo superficie.
Según D. Luis José Velázquez de Velasco y
Cruzado, Marqués de Valdeflores en su "Viaje de las Antigüedades de
España", hablando de Salduba (las Bóvedas) "El lugar se encontraba en un despoblado que llaman Las Bóvedas,
junto a la torre del mismo nombre, a la orilla del mar y a dos leguas de
Marbella, hacia el occidente, donde se descubren grandes ruinas de población y
acueductos romanos, medio sumergidos en el mar".[1]
Dibujo
del Marqués de Valdeflores (siglo XVIII) en las que identifica las Bóvedas con
Salduia
Dibujo
anónimo del siglo XVIII en el que representan el edificio reconstruido según su
interpretación.
Francis Carter en 1772 en su viaje de
Gibraltar a Málaga también nombra a las Bóvedas como Salduba, aunque en su
descripción sobre los restos no hay nada resaltable que podamos utilizar.
En el 1782, D. Francisco Pérez Bayer confunde
el uso del edificio con un panteón. Y lo describe como "un edificio antiguo el cual presentaba a la vista tres arcos como
nichos cerrados con su remate chato". También habla de que a un tiro
de bala de fusil, había visto varios arcos en línea que eran seguramente
residuos de un acueducto. Y sigue describiendo los restos "El edificio presentaba por cualquier parte
que se mire sus tres arcos, uno en cada haz del octógono. Por dentro, las
paredes, cerca de lo alto, se encorvan hacia el centro del edificio y forman
una especie de cúpula que en los principios estaría acaso cortada hoy tiene en
medio un agujero redondo, ... Hay en lo interior unos nichos como capillejas
excavadas en el grueso de la pared desiguales entre sí. Un panteón, según su
figura y la distribución de sus nichos o capillejas". [2]
Ilustración
del viaje por Andalucía y Portugal de Pérez Bayer en 1782. Con el acueducto en
primer plano.
La mayoría de descriptores creen estar en la
Salduba nombrada por Plinio, Mela y Ptolomeo. Describen el edificio de las
termas y restos parciales de acueductos. El Marqués de Valdeflores cuando habla
de que "se descubren grandes ruinas
de población" es posible que viera otros restos además de las termas,
y quizás cuando dice "acueductos romanos,
medio sumergidos en el mar" puede que se esté refiriendo a las
canalizaciones de desagüe visibles hoy en día junto a las Bóvedas, cuya
finalización lógica sería en la misma orilla del mar.
Fue a principios del siglo pasado cuando José
María Martínez Oppelt de la Sociedad Colonia de San Pedro de Alcántara realizó
excavaciones arqueológicas (1915-1916) tarea que continuó José Pérez de Barradas
(1930) el cual considera el edificio como un depósito de agua, castellum aquae
de finalización de un acueducto para el suministro de la ciudad de Cilniana,
tanto para consumo humano como para la industria del salazón. En su escrito
sobre la Basílica Paleocristiana de Vega del Mar[3],
piensa que la ciudad de "Silniana"
es la compuesta por el conjunto de la Basílica y las Bóvedas. Hace una
descripción del edificio de las Bóvedas y habla de: "También hay subterráneos que abren a la playa" (posiblemente el mismo
desagüe que se ve actualmente) "Sospechamos
que se trata del depósito final de un acueducto por su disposición general,
......., por haber descubierto cerca de él una clara conducción de aguas y porque hacia él vienen unos poderosos
cimientos de cerca de un metro de ancho y 200 metros de largo, que en un
principio creímos fuesen murallas, pero que según nos dijeron los obreros
viejos de la finca tuvieron arcos, que fueron destruidos para la construcción
de la fábrica".[4]
Continúa diciendo que la tradición, muy repetida, habla de la existencia de galerías
que comunican las Bóvedas con Montemayor (Benahavís), y piensa que allí puede
estar el origen del acueducto, ya que, como dice, "en el lugar hay manantiales abundantes." Comenta, que hacia
poniente, cubierto de pinos y palmitos, existen unas series de piletas
salazoneras al descubierto, las cuales limpiaron en 1929, y que en todo el
contorno hay restos de edificaciones. Y de que la importancia de estos
edificios queda acreditada por el hallazgo de lo que él llama "basa de columna de brecha conchífera".[5]
De "la otra parte" a levante, comenta que "parte de los restos de muros aparecen
rodeando el almacén y se extienden entre el camino del mismo y la linde del
bosque de eucaliptos de Vega del Mar." Habla también de la limpieza de
otra pileta y un horno de fundición de hierro.
Del entorno de Vega del Mar dice "hay restos de poblado en las proximidades de
la zona marítima." En zanjas realizadas en 1929 aparecieron muros, y
en 1930 excavaron "una habitación
con piso de mosaico, muy destrozado, de teselas blancas y grises formando
cuadros, con zócalo de mármol y otros muros relacionados con esta habitación,
uno de ellos con una especie de alcantarillado." En el material
relacionado a estas intervenciones se encontró "estuco verde, terra sigillata, trozos de ánforas, vidrio, anzuelos, un
asa pequeña, una cadenita, clavos de hierro y bronces pequeños del bajo imperio."
En la descripción del acueducto de las termas,
en un pie de página comenta que también había uno que se dirigía a la Basílica
de Vega del Mar. Quizás es alguna de las dos canalizaciones que se pueden ver
en las siguientes imágenes aéreas de 1946 y 1956.
Imagen aérea del Vuelo Americano
1946.
Imagen aérea del Vuelo Americano 1956.
Y termina Pérez Barradas la descripción del
entorno con un argumento de buena fe, más un deseo, que obviamente no se ha
cumplido. "Como se ve, es poco lo
descubierto hoy día en Silniana; pero no dudamos que las excavaciones, que se
harán más o menos pronto, han de arrojar tan viva luz en el conocimiento de una
población romana de la costa de Málaga como han dado las excavaciones de
Bolonia en la provincia de Cádiz."
Imágenes
de Pérez Barradas (1930)
[1] SALAS ÁLVAREZ, J., (2005): La recuperación del patrimonio arqueológico de Andalucía durante la Ilustración (1736-1808). Universidad de Sevilla.
[2] SALAS ÁLVAREZ, J., (2005): La recuperación del patrimonio arqueológico de Andalucía durante la Ilustración (1736-1808). Universidad de Sevilla.
[3] Pérez de Barradas, J., (1932): Archivo Español de Arte y Arqueología, Tomo VIII. La Basílica Paleocristiana de Vega del Mar (S. Pedro de Alcántara - Málaga).
[4] Suponemos que se refiere a la fábrica azucarera cuyas primeras piedras fueron colocadas en 1870.
[5] En el documento "Excavaciones en la Colonia de San Pedro de Alcántara (Málaga)" él mismo la describe como "una base de columna de brecha caliza con plinto y un toro entre dos astrágalos".
2.3.- LAS IMÁGENES AÉREAS
Tal y como comentaba anteriormente, el
crecimiento urbanístico cubrió y consecuentemente impidió el estudio arqueológico
del entorno de las bóvedas. La única posibilidad de intentar encontrar algo es
a través de imágenes previas a la urbanización de la zona. Existen imágenes aéreas
en el Centro Nacional de información Geográfica, obtenidas en los llamados
"Vuelos Americanos" Serie A (1945-1946) y Serie B (1956-1957), que
por las fechas en que se realizaron son de gran utilidad en estos casos. Todas
ellas pueden ser consultados gracias al Ministerio de Fomento y el C.N.I.G. en
la página web https://fototeca.cnig.es .
También en la misma página se pueden consultar imágenes aéreas de otras fechas,
en concreto las correspondientes a 1973-1986 interministerial, 1980-1986
nacional, aunque estas dos últimas ya son afectadas por la invasión
constructiva. Existen también en la misma web imágenes aéreas más modernas. En
nuestro caso, con la idea de situar en un entorno actual los posibles restos
encontrados, hemos usado las imágenes aéreas más modernas que nos facilita el
sitio, las de 2016 Vuelo PNOA.
Existen limitaciones a la hora de trabajar con
dichas imágenes. Una por ejemplo es la definición. Según la época y el equipo
usado son más o menos deficientes, siendo difícil ver con detalle los
diferentes elementos al acercarte a ellos. Otra es la escala permitida por la
página web para la impresión de las imágenes seleccionadas a formato PDF. Y
otra más, en nuestro caso también importante, es la fecha en la que se tomaron
las imágenes. No es lo mismo, para intentar detectar posibles estructuras en la
superficie del terreno, que las tomas sean realizadas en pleno verano cuando la
vegetación está seca y es menor, que por ejemplo en la floreciente primavera.
Paso a describir
los datos de las imágenes usadas para este estudio:
- Vuelo AMS 46-47. Fecha del fotograma: 11/06/46 Escala
de la impresión: 1/4000
- Vuelo AMS 56. Fecha del fotograma: 04/12/56 Escala
de la impresión: 1/3000
- Aérea de 1973. No especificada fecha exacta Escala de la impresión: 1/2000
- Aérea de 1980. No especificada fecha exacta Escala de la impresión: 1/3000
- Aérea tomada el
21/06/2016 Escala de la impresión: 1/3000
Aun sin conocer la fecha exacta de dos ellas,
se puede deducir que por la fecha en que se tomó, día de San Bernabé patrón de
Marbella cuando los campos se encuentran todavía florecidos, y la escala
1/4000, la que menos información nos puede aportar es la de 1946. Y es una
lástima, porque es una de las dos que hemos podido obtener con fecha anterior
al crecimiento urbanístico. La siguiente, la más útil de todas en cuanto a la
información que nos aporta, es la de 1956, con fecha exacta de 04/12/56, y a
una escala razonable 1/3000, aunque obviamente hubiéramos preferido otra mayor
para poder estudiar la zona con más detalle.
En la de 1973 y 1980 hemos encontrado también algunos
posibles restos visibles, y junto con la de 2016 son útiles para comprobar el
crecimiento urbanístico, y poder ubicar sobre plano actual los posibles
descubrimientos.
Imagen
aérea del vuelo americano serie A en Junio de 1946
Imagen
aérea del vuelo americano serie B en Diciembre de 1956
Imagen
aérea de 1973. Es de las obtenidas el que mayor escala tiene, 1/2000.
Imagen
aérea de 1980.
Imagen
aérea de 2016. Prácticamente en la actualidad.
2.3.- ANÁLISIS DE LAS IMÁGENES AÉREAS
2.3.1.- Vuelo
Americano Serie A - 1946
En esta imagen,
por los condicionantes anteriormente explicados, es difícil obtener
información, aun así se pueden pre visualizar algunas cuestiones.
Marcados con una elipse roja se encuentran posiblemente los restos del acueducto nombrado por los viajeros/descriptores de la zona. En la imagen de 1956 se puede ver mejor y hablaremos de ellos con más detalle.
Se aprecian dos canalizaciones (líneas azules)
que pueden compartir por tradición, el mismo trazado que pudo recorrer, el o
los acueductos que surtían de agua la zona. El situado más al oeste (a la
izquierda de la imagen) está formado por líneas rectas. Y la continuación del
último tramo recto visible acaba muy cerca, en las inmediaciones del edificio
termal. Sin embargo, la segunda canalización visible está formada por algunas
líneas rectas pero también por curvas. Su trazado parece alejarse de la zona de
las bóvedas, queriendo quizás evitar algún obstáculo, aunque la orientación del
último tramo vuelve a dirigirse hacia las termas. De uno u otro modo, son
canalizaciones de agua que parecen estar en uso en esas fechas, e incluso su
trazado ejerce de linde entre algunas parcelas. Al intentar hacer el recorrido
inverso al del agua con el fin de encontrar el origen, el trazado se pierde,
posiblemente bajo tierra, no pudiendo seguir con el recorrido. El caudal del
arroyo del Chopo está actualmente controlado por la presa que forma el embalse
de las Medranas en San Pedro de Alcántara. Sabemos, que en época romana para
consumo humano casi nunca usaban agua embalsada (al menos no a cielo abierto)
acudiendo a los nacimientos de agua aunque tuvieran que recorrer enormes
distancias. Sin embargo, para usos industriales o termales no les importaba
acumular agua, incluso como prevención ante la falta de ella[6].
Quizás en este caso, aunque es imposible de asegurar, pudieran tener un uso
distinto para cada uno de los dos visibles aportes de agua, uno para consumo
humano, y otro para el industrial y termal.
Entre las dos canalizaciones, se puede
observar un sombreado más oscuro (marcado en rojo) con forma de "L"
invertida, formando los dos lados un ángulo recto. Pudiendo ser la marca en la
vegetación de alguna edificación bajo ella.
Muy cercano al edificio de las bóvedas, a su
izquierda, se ve un sombreado oscuro que pudiera ser algún tipo de edificio.
Sin embargo, como se puede ver en la imagen siguiente de Arturo Alop, parece
que las sombras son creadas por alineaciones de pitas. Además, en la aérea de
1956 desaparecen las sombras. Pudiera ser que el supuesto edificio hubiera sido
enterrado por la arena de la playa en los 10 años que separan la ejecución de
las fotografías. Aunque todo hace pensar que efectivamente son las pitas las
creadoras de las sombras. En la parte superior de la imagen (marcado en rojo)
se ve una curiosa estructura, con forma octogonal, que sí parece antigua. Y en
la parte izquierda de las bóvedas también se ve otra estructura que podría
pertenecer originalmente al edificio. Estas, y otras más, están dibujadas en la
siguiente imagen aérea, la de 1956.
Imagen
de Arturo Alop, años 50. En la parte central inferior algún tipo de muro sin
poder definir.
Prolongando las
canalizaciones con el mismo ángulo del último tramo visible podemos comprobar cómo,
sobre todo la de la izquierda finalizaría muy cerca del edificio termal
(justo en la alineación de pitas que parece algún tipo de estructura). No se
puede descartar que hubiera algún otro cambio de ángulo para acercar la llegada
del agua aún más.
[6] Un ejemplo cercano lo tenemos en las Termas de Fuente Álamo en Puente Genil. Las Termas consumían un importante caudal del agua, por tanto para asegurarse el abastecimiento del líquido elemento durante todo el año se construyeron dos presas escalonadas (siglo I d.C.), las cuales alimentaban a los diferentes estanques a través de dos canalizaciones principales, transcurriendo cada una de ellas paralelas al arroyo, la de la derecha abastecía a los baños de verano, situadas en la parte alta y la canalización de la izquierda suministraba agua a las termas de invierno situadas en la parte baja.
2.3.2.- Vuelo
Americano Serie B - 1956
Fue el descubrimiento de esta imagen la que me
hizo realizar este estudio gráfico. Las marcas con forma octogonal que se ven
en el terreno son sorprendentes. No he visto nada parecido en ninguna otra
imagen aérea de la zona. Y situadas además justo al norte del peculiar edificio
octogonal de las Bóvedas. ¿Casualidad?. No lo sé. Mi sensación es de que de
serlo sería demasiada la casualidad. Son formas demasiado regulares y alineadas
para haber sido creadas de forma espontánea por la propia naturaleza. Parecen
sin duda creadas por el hombre. Parecen estructuras enterradas y que debido a ellas,
la vegetación y la luz solar crean ese juego de tonalidades. El problema
obviamente consiste en saber que fue y de cuando son.
La canalización de la izquierda sigue abierta
en 1956, y en su parte más ancha, la más cercana al arbolado, mide
aproximadamente 4.5 metros. El perfil es irregular, con derrumbes, y
parece estar flanqueado con piedras o algún
tipo de estructura. Mientras que la de la derecha, diez años después, parece
estar cerrada totalmente. Aunque el trazado sigue visible gracias a un
sombreado más claro.
Empezamos al norte con los posibles restos del renombrado acueducto. En la imagen acercada se pueden ver una serie de estructuras con formas rectangulares, cada uno de esos huecos miden aproximadamente 4.5 m x 2.5 m. Pudiendo ser estos los vanos que formaban los arcos del acueducto. A su alrededor, he dibujado lo que podrían ser restos de estructuras caídas por el derrumbe del mismo.
Detalle del último tramo visible de la
canalización más occidental atravesando uno de los posibles octógonos. Se
aprecia el perfil irregular debido posiblemente a derrumbes, lo cual ha ensanchado
el cauce. Y recorriendo los márgenes se ven piedras o incluso algún tipo de estructura.
En la imagen anterior, dibujado de color
rojo las sombras del terreno más evidentes, líneas rectas, formas
cuadrangulares y octogonales, que podrían indicarnos la existencia de
estructuras, posibles edificios, muros, calles ...
Las canalizaciones cruzan por el interior de
estas zonas marcadas. Por lo que su caudal pudo ser también aprovechado en
diferentes usos, no solo el termal. De hecho el trazado de estas canalizaciones
parecen condicionar la orientación de esas líneas. O incluso puede que lo que
estemos viendo sean las diferentes ramificaciones para el reparto del agua.
Junto al octógono del edificio de las Bóvedas,
en color azul, se pueden ver estructuras que con toda probabilidad
pertenecieron al mismo edificio termal. También como, al menos parte de lo que
no estábamos seguros si era un edificio o una alineación de pitas, si parece en
este caso una estructura rígida al sur y sureste de las Bóvedas, unida al edificio,
y con toda probabilidad formaba parte de él. Y a la izquierda se pueden ver las
mismas estructuras que vimos en la imagen de Arturo Alop, una con forma octogonal,
y junto a esa otra rectangular, sin poder distinguir un uso cierto para ellas.
En la parte oriental de las bóvedas, y
rodeando la torre vigía, se distinguen unas estructuras que conservan una
cierta altura sobre el suelo (sombreado en rosa). No queda nada de ellas hoy en
día y desconocemos por completo su origen y función. Aunque en la foto de
Arturo Alop se puede ver que la más cercana a las bóvedas tiene una cubierta a
dos aguas con teja árabe que posiblemente tuvo la función de algún tipo de almacén
de pescadores o agricultores de la zona. Pero no sabemos nada de las más
orientales a esta.
Suponiendo que esas posibles estructuras (las
dibujadas en rojo) formasen parte de un todo, de una misma edificación, o
poblado, de un mismo lapso temporal, y también los alrededores de las bóvedas
formaran parte de él, al continuar las líneas hasta llegar a la playa y rodear
el edificio termal nos da en total una extensión de aproximadamente 7 ha, 190 m
en su lado más corto, y 370 m en el más largo. Como referencias, las algo más
de 6 ha de la Marbella intramuros, el actual casco antiguo, o las casi 11 ha de Baelo Claudia.
Sorprenden, por llamativos, los tres octógonos
situados al norte, e irregularmente equidistante, pero también con forma
octogonal, lo que se podría interpretar como algún tipo de muralla exterior. Los
exteriores tienen un diámetro circunscrito de aproximadamente entre 37 y 40
metros, y los menores del interior de entre 23 a 25 metros. E incluso en su
parte central en un tono más oscuro parece verse lo que podría ser un óculo de
entre 5 - 6 metros de diámetro. Según estudios recientes basados en el
levantamiento fotogramétrico de 12
ejemplos de cúpulas romanas desde el siglo I d.C hasta el siglo IV d.C. la
proporción entre el diámetro del lumen y
el de la cúpula es de 1/5.2 de media[7],
por lo que no dista mucho de nuestra medida.
Suponiendo (es necesario buscar equivalencias
para intentar saber de qué estamos hablando) que los octógonos pertenecen a
algún tipo de estructura coetánea al edificio de las bóvedas, veremos a
continuación algunos ejemplos en la arquitectura romana, en la cual, la forma más
común de las plantas de los edificios cerrados mediante bóvedas es la circular,
seguidas por las octogonales, siendo menos frecuente las decagonales o
dodecagonales[8].
Pasamos a describir algunos ejemplos.
En cuanto a viviendas se refiere tenemos la
construida por Nerón en Roma entre el 64-68 d.C.. La Domus Aurea contiene una sala octogonal abovedada de 13 metros de
diámetro; En la Domus Flavia. Siglo I
d.C. En el peristilo, en medio de una gran piscina rectangular, existió lo que
parece una fuente (isla) octogonal de aproximadamente 20 metros de diámetro; En
España, en la Villa La Olmeda (Palencia), siglos I-III d.C. reconstruida en el
siglo IV, en la entrada principal, a los lados del pórtico sur, existen dos
torreones octogonales de aproximadamente 8 metros de diámetro; En la Villa
Carranque (Toledo), principios siglo V, dos pequeñas salas octogonales
flanquean el oecus principal; En la
Villa de Almenara-Puras, en la provincia de Valladolid, del siglo IV, un salón
octogonal de poco más de 9 metros de diámetro; En Can Ferrerons, Premiâ de Mar,
Barcelona, siglo V d.C. existe un edificio formado con un doble octógono. El
interior contiene una habitación de 14.8 m de diámetro, teniendo el exterior
29.6 m, y entre los dos se articulan distintas habitaciones de lo que parece
fue una Villa[9].
Plano acotado de las posibles estructuras marcadas
en la imagen aérea de 1956. Y del resultado
al ampliar estas líneas hasta rodear el edificio de las Bóvedas en la playa.
Parece por esos datos, que la utilización de
habitaciones octogonales en Villas, al menos las españolas, se da
mayoritariamente en época romano tardía[10].
En ninfeos como la sala octogonal de la Villa
de los Gordianos en Roma, siglo III d.C. de 11.40 metros de diámetro; O el
decagonal de 23.5 m en los jardines de la Villa de los Horti Liciniani (Templo
de Minerva Medica), siglo IV d.C.
En Mausoleos como el de Las Vegas, en La
Pueblanueva (Toledo) romano tardío, formado por una estructura octogonal de más
de 20 m de diámetro; O como en este caso circular, pero digno de mención por
las dimensiones, el Mausoleo de Augusto de 87 m de diámetro; y el posterior
Mausoleo de Adriano en Castel Sant'Angelo con base cuadrada de 64 m.
En edificios termales es donde abundan un
mayor número de habitaciones con planta octogonal, y también las de mayor
tamaño, como por ejemplo el Templo de Venus en Baia, siglo II d.C. No es un
templo, sino un complejo termal. De planta octogonal en el exterior y circular en
el interior con un diámetro de 26.3 m; El Templo de Mercurio, en el mismo
complejo, tiene una habitación octogonal bastante más reducida, de 5.92 m;
Templo de Apolo, siglo II d.C. forma parte de un complejo termal situado en el
Lago de Averno. También con sala circular en el interior y octogonal en el
exterior, tiene un diámetro de 36 m. La segunda bóveda más grande después del Pantheon; El Planetarium de las Termas
de Diocleciano, las más grandes de Roma (el doble que las de Caracalla).
Construida entre 298-306 d.C. contiene una sala octogonal de 21.7 m de
diámetro; Un ejemplo cercano son las dos pequeñas salas octogonales,
aproximadamente 6 metros de diámetro, de las Termas de Torreblanca del Sol
(Fuengirola), del siglo I-II d.C., que posiblemente formaron parte de una
Villa; Termas de Antonino (Cartago) siglo II. En un rectángulo de casi 275 m
por 113 m de lado, con casi 21.000 m2 de superficie construida, en un edificio
perfectamente simétrico, están las mayores termas del continente africano. Flanqueando
el caldarium octogonal con un
diámetro exterior de casi 29 m, y uno interior de más de 23 m, encontramos dos
pequeñas salas hexagonales de casi 16 m de diámetro interior, tras ellas dos
salas octogonales de más de 25 m de diámetro exterior y 19.65 de interior, y
tras cruzar por dos piscinas rectangulares, otras dos salas octogonales muy
parecidas a las anteriores, de casi 25 m de diámetro exterior y 20 m de
interior. En total 5 grandes salas octogonales y 2 hexagonales.
La estructura más parecida que he podido encontrar,
tanto en tamaño como por las formas, a las tres sombras octogonales que
aparecen en Guadalmina, junto las otras tres menos claras que van a poder ver
en la imagen aérea siguiente, es el conjunto formado por el Caldarium, Laconicum y Destrictarium de las termas de Antonino.
Como curiosidad, ya que no
es de planta octogonal, en Baalbek, Heliópolis (Líbano), a principio del siglo
II d.C. bajo ocupación romana se construye en la entrada del recinto religioso,
tras pasar el propileo, un gran patio porticado hexagonal de 65 metros de
diámetro.
Plano del complejo religioso de Baalbek, Heliópolis
(Líbano) con un gran patio porticado hexagonal de aproximadamente 65 metros de
diámetro.
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Imagen aérea de 1956. Dibujadas en color
naranja las sombras menos definidas que podrían ser divisiones
internas de la
supuesta estructura.
Hasta ahora en la detección de los distintos
sombreados que nos pudieran dar pistas sobre posibles estructuras, hemos
dibujado las que se ven a simple vista, incluso alejando la imagen. Con la idea
de realizarlo de manera contraria, hemos intentado separar los distintos tonos
de sombreados que nos ofrece el terreno, acercando todo lo que la definición de
la fotografía nos permite. El resultado es el de la siguiente imagen. En la que
se puede comprobar la distinta homogeneidad de zonas donde la superficie es más
plana y con posibles estructuras más completas, de las que la destrucción y las
roturas son más evidentes.
Y uniendo en un mismo plano todo lo descrito anteriormente el resultado es el siguiente.
[7] Licinia Aliberti (2014): Pantheon y Cúpulas Clásicas Romanas: Geometría y Construcción. Universidad Politécnica de Madrid. Escuela Técnica Superior de Arquitectura (Tesis Doctoral). (Pág. 46).
[8] Licinia Aliberti (2014): Pantheon y Cúpulas Clásicas Romanas: Geometría y Construcción. Universidad Politécnica de Madrid. Escuela Técnica Superior de Arquitectura (Tesis Doctoral). (Pág. 54).
[9] PREVOSTI, M., LINDROOS, A., HEINEMEIER, J., COLL, R., (2016): AMS 14C dating at Can Ferrerons, a Roman octagonal building in Premià de Mar, Barcelona. Journal of Archaeological Science: Report 6, Pagina 276.
[10] PREVOSTI, M., LINDROOS, A., HEINEMEIER, J., COLL, R., (2016): AMS 14C dating at Can Ferrerons, a Roman octagonal building in Premià de Mar, Barcelona. Journal of Archaeological Science: Report 6, Pagina 275.
[10] PREVOSTI, M., LINDROOS, A., HEINEMEIER, J., COLL, R., (2016): AMS 14C dating at Can Ferrerons, a Roman octagonal building in Premià de Mar, Barcelona. Journal of Archaeological Science: Report 6, Pagina 275.
2.3.3.- Imagen aérea de 1973
Imagen aérea de 1973. Marcados con círculos
rojos algunos de los posibles restos que quedaron al descubierto.
Diecisiete años después las construcciones van
cubriendo el terreno. No hay ni rastro de los posibles restos del acueducto 1,
destruidos por una parcela recientemente habitada. Y del acueducto 2 tan solo
parece haber quedado como linde entre dos parcelas cercanas a la playa, pero apenas
queda rastro de él. El edificio termal ya está privatizado habiéndose
construido al oeste y al sur de su posición.
Imagen de 1973 y dibujados los posibles restos
encontrados en la anterior aérea de 1956.
Como ventaja (es difícil hablar de ventaja en
un caso de destrucción como este) gran parte del arbolado ha desaparecido
dejando al descubierto algunas posibles estructuras. Así mismo, posiblemente
debido a la erosión, aparecen más claramente algunas otras posibles estructuras
que en la anterior no se veían.
Imagen aérea de 1973. Aunque no es posible definir
de qué tipo de estructura o edificio formaban parte,
se ven numerosos posibles
restos en superficie. Y entre ellos un tramo
del acueducto 1 anteriormente oculto
por el arbolado.
2.3.4.- Imagen aérea
de 1980
Imagen
aérea de 1980.
Tal y como nos ha ocurrido al ir avanzando de
una imagen aérea a otra, unos posibles restos se pierden, y otros aparecen. En
este caso podemos ver como la urbanización ha seguido creciendo y tapando las
posibles estructuras, sobre todo esto es muy evidente con la construcción de
los bloques de viviendas de la zona oriental. El campo de golf ya está
construido sobre el mismo cauce del
arroyo del Chopo. Los restos que vimos en el centro de la imagen del 73 no se
ven ahora con tanta claridad. Y los que marcamos en la parcela intermedia vacía
están ocultos debido al crecimiento de arbolado.
Y como novedad, a la izquierda de la imagen,
dibujado en naranja parece verse algún tipo de edificación. Pudiera ser, por las
formas, alguna vivienda, aunque no se puede afirmar.
Imagen aérea de 1980. De
color azul las posibles estructuras que se pudieron ver en la aérea de 1973. De
color naranja, a la izquierda restos de lo que parece
una edificación, es posible que una domus
o una villa.
2.4.- CONCLUSIONES
El daño está hecho hace mucho tiempo. Y me
pregunto cuántas veces habrá ocurrido algo parecido en nuestra urbanizada
costa.
La mayoría de los descriptores creían estar en
Salduba, otros, como Pérez de Barradas en Cilniana. Y este último, por lo que vio,
pensaba que tenía la misma o parecida entidad que Baelo Claudia. Actualmente es
fácil encontrar en todo tipo de documentos de historia, la adjudicación de la
Salduba romana a los restos arqueológicos del entorno del río Guadalmansa, en el
término municipal de Estepona. Lo he encontrado en libros, mapas, informes
arqueológicos, incluso he oído a un conocido profesor de historia en una
conferencia afirmar sin ningún atisbo de duda que aquello es Salduba. Y el
problema es que no hay nada, ni una sola prueba, que corrobore que los restos
de Guadalmansa sean Salduba, o que no lo pueda ser cualquiera de los demás
yacimientos romanos de la zona, las Bóvedas; Cerro Colorado; la villa de Rio
Verde; Marbella (no su castillo, la ciudad)[11];
Cerro Torrón ... No existen datos suficientes para afirmar o desmentir a
ninguno de ellos. Así que por favor, sería aconsejable un poco más de rigor en
futuros trabajos, y desde este humilde altavoz espero poner un pequeño grano de
arena que ayude a corregir el error. Quizás algún día se sepa, e incluso
obviamente puede que se demuestre que es allí, pero mientras tanto se debería
desmentir y no excluir ninguna de las diferentes posibilidades.
Este trabajo en realidad, sin trabajo
arqueológico de campo no sirve para mucho más que para crear más dudas, y eso
sí, abrir posibilidades en futuros estudios. No aclara nada o muy poco al
respecto de la cuestión. Salvo quizás por la excepción de las referencias a los
posibles restos de acueductos, los cuales con bastante probabilidad lo sean, pero
aun así no se puede afirmar con total seguridad. Del resto poco o nada se puede
afirmar. No se sabe qué pudo ser, ni de qué época son. La repetición de la
forma octogonal nos puede llevar a pensar que son coetáneas estas posibles estructuras de las Bóvedas. Las formas octogonales
son utilizadas en momentos tardíos de la etapa romana. Y el entorno conocido
también apunta a que en esa época estaba habitada la zona, por lo que es
posible que fueran construcciones de la misma o parecida época. Pero en
realidad, como decía antes, sin el apoyo arqueológico no se puede afirmar nada.
Por el entorno, con unas termas de una cierta
entidad como son las Bóvedas, un gran número de piletas de salazón, un horno de
fundición de hierro, la Basílica, habitaciones con mosaico, etc. no parece que
sean restos aislados, más bien al contrario, parecen pertenecer a algún tipo de
núcleo poblacional con cierta entidad que perduró hasta momentos tardíos como sabemos
por la Basílica, e incluso el mismo edificio termal, datada su construcción
entre el siglo II y III. Salduba es descrita por Plinio y Ptolomeo junto a su
río de mismo nombre. El arroyo del chopo no parece tener la entidad suficiente como
para tenerlo en cuenta y nombrarlo. Y el río Guadalmina aunque no demasiado
apartado hacia occidente, salvo que la extensión de las estructuras se
expandieran hacia el oeste, no parece pertenecer claramente a estos restos. Por
lo que es complicado, aunque no imposible, que la ubicación de Salduba sea
esta. Y sobre la afirmación de que Salduba tuvo que ser población púnica antes
que romana ... siempre digo lo mismo, y creo que debería ser algo más habitual
en una materia tan cambiante como es la historia "el que no haya aparecido
o no se ha encontrado, solo quiere decir eso. Todavía". Son muy escasas
las intervenciones realizadas en la zona y han sido realizadas básicamente en
dos monumentos de época tardía. Quizás algún día se realice alguna intervención
en profundidad que pueda aclarar sobre las fechas de ocupación de la zona.
Antonino en la descripción del itinerario
(siglo III) nombra en la zona a Cilniana como estación en la Vía, y ni rastro
de Salduba. Quizás Cilniana tomó mayor relevancia y desbanco a la cercana
Salduba con la construcción de las termas y otras estructuras. El tamaño del edificio
termal de las Bóvedas no obliga a que lo que existió en el entorno fuera una
ciudad, pudo haber sido una gran villa, la villa de Cilnio. La existencia de
termas privadas en el interior de villas es evidente en toda la costa, y las grandes
dimensiones pudo ser debido a, desde un capricho del dómine, hasta haber sido creadas con el fin de recibir y alojar a
las tropas romanas, como sería el caso de las estaciones nombradas por Antonino.
La curiosa coincidencia de las sombras
octogonales del terreno, con la forma octogonal de las Bóvedas, nos abre la
puerta a pensar que quizás pudieron tener un origen común ¿Quizás un gran
edificio? ¿Unas grandes termas a el estilo de las de Antonino en Cartago? ¿O
quizás las salas termales solo ocupaban los octógonos de la parte más
septentrional, y el resto de estructuras tendrían otra función? ¿Otras termas
aparte de las Bóvedas? De ser así sin duda tendríamos que imaginar una importante
población en el entorno más cercano[12].
Ciudad, gran villa, o grandes termas, lo que
hubo, porque obviamente tuvo que haber algo, va a ser difícil que se pueda conocer
algún día. Aun así, la protección arqueológica de la zona se me hace
inexcusable. En la calle 7E quedan dos parcelas sin construir, y aunque en las
imágenes aéreas no hemos visto ningún posible resto sobre ellas, están bastante
cerca de donde los hemos situado. Y quién sabe si bajo algún jardín de alguna
otra parcela ocupada pueda también aparecer algo de luz.
Durante la realización de este documento no he
parado de imaginar lo que hubiera supuesto para la zona la recuperación y
puesta en valor de lo que fuera que hubo. Pensaba en todo lo que pudieron
encontrar durante la urbanización de las diferentes fincas, y de ser así, como
se lo callaron. Pensaba en Pérez de Barradas, e imaginaba una Baelo Claudia en
San Pedro de Alcántara. Seguro que habría un par de decenas de viviendas
unifamiliares menos, los bloques de apartamentos tampoco estarían, el campo de
golf no hubiera podido ocupar el cauce del arroyo, lastima de dinero rápido y
fácil que ganaron unos cuantos. Pero cuánta riqueza, incalculable, hemos
perdido todos.
Igual plano que el
anterior con todos los posibles restos, pero esta vez sobre la imagen aérea de
2016. Como
se puede comprobar, prácticamente la totalidad de las parcelas están
ocupadas. Las dos vacías están situadas
entre las posibles estructuras
encontradas en la imagen aérea de 1980 y las rojas de la aérea de 1956.
Corresponde a la calle 7E de la urbanización.
[11] En la revista Cilniana, números 26/27, 2014-2017, (Págs. 41-80) podrán encontrar un artículo escrito por mí "Reflexiones sobre el origen de Marbella y el especial aparejo de su castillo" donde diserto sobre las pocas posibilidades de que el castillo sea de época romana tal y como se ha afirmado recientemente, y como gracias a recientes descubrimientos en la plaza de los Naranjos, sí que pudo haber una Marbella republicana.
[12] Las termas de Fuente Álamo (Puente Genil) no fueron construidas en ningún núcleo poblacional, aunque a poco camino de las ciudades Ostippo (Estepa) y Ástapa. Y posiblemente fueron construidas allí por la cercana fuente de agua.
Daniel Moreno Fernández
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Juan Carlos García Romero
3.- LAS TERMAS ROMANAS DE LAS BÓVEDAS
3.1- INTRODUCCIÓN
Las termas romanas de las Bóvedas son un
excepcional ejemplo de la arquitectura termal romana y una magnífica muestra del
pasado romano en la provincia de Málaga. Tiene forma octogonal y se organiza a
partir de dos espacios concéntricos. En primer lugar, una zona central diáfana
y un conjunto de salas, también octogonales, dispuestas de forma radial en
torno al centro geométrico. Las dimensiones del edificio son de 26 m de
longitud máxima y una altura conservada de ocho m de altura lo que le confiere
un aspecto monumental. Es, por tanto, un inmueble con unas concepciones
volumétricas y espaciales singulares.
Su emplazamiento se justifica por la
disponibilidad y abundancia de agua, el mar como fuente de recursos y de rutas
comerciales y por estar situado en la vía litoral que unía Málaga con la Bahía
de Algeciras.
El edificio termal ha llamado la atención de
numerosos viajeros desde el siglo XVI que lo han documentado mediante gráficos
que dejan constancia de elementos desaparecidos, como el acueducto o
acueductos.
En los años 80 y 90 se llevaron a cabo
distintas intervenciones arqueológicas que, quizás, adolecieron de tener
objetivos muy concretos y estar supeditados al proceso urbanizador de la zona.
Aun así, obtuvieron conclusiones de tipo cronológico, documentaron el uso
termal del complejo al exhumar un sistema de calefacción a partir de un hipocausto y se descubrió un pasillo
abovedado que sirvió de conducción de desagüe. Se propuso como fecha de
construcción el siglo II d.C. con reutilizaciones a lo largo de los siglos IV y
V, aunque la preeminencia de la zona central fría con respeto a las salas
calientes hace que también se haya fechado su construcción en el siglo III d.C.
Además, se descubrieron un sistema de solerías compuesto por opus incertum, opus signinum, losas de mármol, pavimentos de mosaicos grandes teselas y
restos de estuco decorados.
Situación de las piletas de salazón encontradas en la
intervención de 1986.
En estas intervenciones se saneó el conjunto
eliminando buena parte de las estructuras añadidas cuando el inmueble, en manos
privadas hasta 1987, se adaptó para convertirse en zona de ocio y espectáculos.
Hoy en día, siguen visibles partes de ellas a lo que hay que sumar las
intervenciones de consolidaciones de urgencia realizadas en 2007 y 2018 y que
se concretan, principalmente, en consolidaciones de estructuras afectadas por
desprendimientos y refuerzo de soportes.
A pesar de la complejidad y monumentalidad de
su arquitectura no contamos con investigaciones de carácter general para poder
caracterizar el yacimiento. Nuestro nivel de conocimiento resulta bastante
escaso, por ejemplo, en aspectos tan fundamentales como si era un baño que
sirviera a una villa a mare o a una realidad más compleja. Tal es así que no se
ha incluido ni en los catálogos de termas públicas ni en los de baños
domésticos. Conocidas desde tiempos
inmemoriales, estas ruinas han llegado hasta fines del siglo XX como un hito
aislado en el paisaje y siendo una gran desconocida en el ámbito de la
investigación científica.
El inmueble es declarado de Bien de Interés
Cultural, bajo la categoría de Zona Arqueológica y monumento en 2007 (BOJA
nº162, 17 de agosto).
3.2.- DESCRIPCIÓN
El complejo tiene planta poligonal muy precisa
organizada en torno a una sala central octogonal a la que se adosan entre siete
y nueve habitaciones también octogonales con las mismas dimensiones. Las salas
exteriores conservan buena parte de sus techos abovedados al apoyarse sobre el
núcleo central frente a todas aquellas partes que apoyarían sobre los muros
exteriores que se encuentran desplomadas y repartidas por la parcela, signo de
no haberse realizado un buen arriostramiento de las mismas. Sobre el anillo
central, en el intradós de las bóvedas, se eleva un pasillo a modo de segunda
planta y que discurre como una galería compartimentada a distintos niveles y
que va disminuyendo de altura desde el noreste al suroeste en la que
desaparece. Este pasillo se ha interpretado como un laconium, aunque su suelo, de opus signinum, la abundancia de tubos de barro cocido insertos en la
construcción y las aperturas en los vértices de las salas, hace que se haya
desechado su función térmica por otra del tipo de un depósito o canal de
distribución de agua. En cualquier caso, el concepto higrotérmico alcanzado en
el complejo debía ser de alto nivel técnico, para poder evitar humedades y
condensaciones en las salas.
Todas las salas exteriores se encuentran
comunicadas con el piso superior mediante uno o varias oquedades, con excepción
de una ellas (sala 5) donde existe un vano con rosca de ladrillo.
La sala central contiene cuatros nichos, a
modo de hornacinas, una piscina fría y aperturas a varias habitaciones, y hace
las veces de distribuidor- frigidarium.
No sabemos cómo cerraba el octógono matriz, es
sugerente la suposición de una cúpula anular de traza rebajada con óculo
central abierto para iluminar y ventilar este espacio. Quedan restos de
columnas descontextualizados en el yacimiento que pudieron servir de soportes
de esta cúpula, aunque no podemos despreciar la posibilidad de que su
disposición fuera menos ortodoxa. Esto último en base a los trozos
desprendidos, al arranque de la cubierta existente y por el dibujo de F. Pérez
Bayer (1782).
Al noroeste las excavaciones arqueológicas
dejaron al descubierto los restos del sistema de calefacción de las distintas
salas, el denominado hipocausto, cuyo
significado es “calentar por debajo”. El sistema consistía en uno o varios
hornos que distribuían el calor a través de dos pasillos que se expanden por
debajo de los falsos suelos o suelos sostenidos reconocibles en las salas 4 y
5.
De la misma forma existe un pasillo abovedado
subterráneo que atraviesa la sala central con salida al sureste, comunicado con
el edificio mediante un desagüe inserto en el muro perimetral de la sala 7.
Junto al arco de salida de esta alcantarilla existe un segundo arco, que
también funcionaba como cloaca, con orientación a las estructuras excavadas en
la parcela anexa, lo que hace pensar que recibiera un desagüe proveniente de la
industria salazonera o aguas del entorno
del conjunto.
El acceso al complejo se realiza por la sala
2, espacio trapezoidal en el que la segunda planta pierde su desarrollo y único
punto donde se rompe el octógono. Desconocemos cómo cerraba este espacio pero
la orientación de los muros hace pensar que, al menos, existió otra sala. Un
dato que avala que este espacio pudo ser un acceso original al complejo es su
orientación hacia los nichos de carácter decorativo.
Imagen
del interior de la planta superior, adquirida del levantamiento planimétrico
realizado por Juan A. Conesa Bernal
publicado en la revista Cilniana nº 3.
Circundado por galerías con acceso a las distintas salas y algunas al exterior,
la función pudo ser un control térmico abriendo o cerrando compuertas, o quizás
para el aporte de agua tipo ducha, a las salas requeridas.
Sección de una cúpula con revestimiento exterior e interior.
Hay que resaltar el buen estado de
conservación de buena parte del edificio. Su resistencia al paso del tiempo se
debe, sin duda, al material edilicio predominante, opus caementicium (hormigón de cal de cantos rodados y peridotita
de machaqueo de procedencia alóctona), a su precisa planta geométrica y al
recurso de arcos, bóvedas y cúpulas como solución arquitectónica para los vanos
y las techumbres.
La existencia de estructuras abovedadas son el
resultado de varios ingredientes: disponibilidad de recursos, materiales y técnica.
El uso del hormigón romano supondrá una verdadera revolución en la arquitectura
al permitir sostener grandes esfuerzos, crear ambientes diáfanos poniendo en
valor el espacio y superar las formas arquitrabadas al no existir diferencias
entre el soporte y la cubierta. El caementicium
ejecutado en obra es un material plástico, húmedo y amorfo, por lo que se
adapta a cualquier molde. Al secarse adquiere una extrema dureza.
Los espacios abovedados se construían mediante
la superposición de anillos de hormigón que al fraguar formaban una estructura
continua y sólida. Encofrados y cimbras de madera darían la forma lo que exigía
una gran precisión por parte de los carpinteros.
La secuencia lógica de la obra es que se
acometería en primer lugar la sala central, terminados los muros se ejecutarían
las tongadas horizontales de la cúpula, dejando tiempo para que secara y
adquiriera suficiente resistencia para sostener la siguiente.
La fábrica hormigonada y la planta logran
crear una estructura sólida, al impedir las salas perimetrales la formación de
fisuras en la sala central.
Si la complejidad arquitectónica y las
dimensiones del inmueble sorprenden, los constructores no dudaron en gastar lo
necesario para mostrar la riqueza y excelencia del lugar utilizando materiales
de prestigio como mármol de colores, mosaicos y estucos.
Teselas de mosaico de una de las salas, bajo ellas un suelo de opus signinum y sobre ellas restos de pintura
decorativa en pared.
Restos
de mármol que decoraba la pared.
Excavación zona hipocausto
Boca horno a sala 5
En la
parte central de la imagen, arco de la canalización para desagüe.
Tramo de la cloaca subterránea.
Detalle
de la marca dejada por el encofrado de madera siguiendo línea de los meridianos
en el interior de una de las cúpulas.
Anclaje de ladrillos
embebido en el hormigón para dar mayor resistencia.
Desconocemos el cierre exterior del complejo
pero por los muros exteriores parece que se mantendría la forma octogonal. Las bóvedas de las salas exteriores debieron
estar ocultadas por los muros exteriores que desarrollarían formando escalonamientos
hasta la parte superior lo que permitía reducir el espesor y peso de la cúpula
conforme asciende y cubrir las cúpulas con terrazas.
A la hora de hablar de los circuitos para
organizar el baño, existen varios modelos según las épocas. En nuestro caso se
desarrolla un modelo lineal y angular en el que se diseña un recorrido con
llegada y salida en el mismo punto y en base a un eje central. Un modelo que se
desarrolla a partir del siglo II d.C. donde los criterios funcionales han
dejado paso a la extravagancia de las élites locales, que imponen su forma de
contemplar y disfrutar esta arquitectura del bienestar.
Sin duda, este inmueble representa y es
testigo del nivel técnico y control de los materiales que tenían los
constructores romanos y de las mentalidades de quienes los usaban. Sus
dimensiones, singularidad en planta, su complejo esquema de funcionamiento,
organización arquitectónica, su riqueza ornamental documentada y su solidez
diseñada para resistir el paso del tiempo lo convierten en un edificio con
capacidad para sorprender al visitante.
Juan Carlos García
Romero
Junio 2019
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Daniel Moreno Fernández
4.- EL EDIFICIO TERMAL
Es un edificio singular, con dos plantas,
baja y primera, más el sistema de suspensurae,
y no está clara la función de la segunda planta. De hecho, es tan singular que
posiblemente sea único gracias al sistema de galerías de la planta superior. No
hemos encontrado hasta ahora otro con un sistema parecido ¿Era un sistema de
aireación? ¿Llegaba el agua? ¿Cómo? ¿Se usaba un sistema de compuertas para el
aporte tipo "ducha" a las diferentes salas?. En el exterior de los
vértices de los muros medianeros de las salas hay lo que parecen ser salidas de
agua ¿Era un desagüe de un depósito superior? ¿Existían otras salas de baño
externas a las existentes que recibían ese agua?.
Al norte se encuentra el praefurnium. No se sabe si había uno o dos hornos. Lo que sí se ve
son dos canalizaciones para transportar el aire caliente creado por estos.
Una canalización para calentar el hipocausto de la sala 4 y probablemente de la
sala 3, y otra para la sala 5 y no se ve ninguna entrada de aire para la 6. En
cuanto a cantidad de energía calórica, la sala 4 por su cercanía y estar
situada justo a la espalda del horno, es la sala que recibiría más calor. Le
seguiría la sala 5 ya que no tendría contacto directo con el horno, y el aire transcurría
por una galería de unos 3 metros de longitud hasta llegar a su hipocausto. Y
suponemos que después vendría la sala 3, la cual por lógica tendría que hacer
las veces de tepidarium. Aunque hoy
en día se ve un acceso entre las salas 4 y 5, pensamos que no existía
originalmente ningún paso entre ellas, lo cual nos obliga a configurar los
baños con al menos dos recorridos diferentes. Y la distinción entre ellos sería
posiblemente por la diferente capacidad energética. Y el uso de uno u otro recorrido estaría en función del gusto del usuario o de por ejemplo la estación del año y la temperatura ambiente. El más caliente el formado por las salas 4, 3, y 2, con toda probabilidad caldarium, tepidarium y frigidarium. Y otro menos caliente formado por las salas 5, 6 y 7, en el que la única sala con calor (aunque menos que en la 4) sería la sala 5, y las otras dos salas harían las veces de frigidarium con diferentes juegos de ducha.
Planta baja del edificio de las Bóvedas. En la parte
central con un sombreado más oscuro, tal y como fue dibujado por J.A. Conesa en
el levantamiento planimétrico realizado en los 80 y publicado en la revista
Cilniana nº 3. El exterior es un estado actual aproximado.
En las salas donde permanece el muro exterior
con una altura suficiente se puede comprobar la existencia de ventanales en
todas ellas, incluso parece que una puerta en la número 6. Y en la 7 y la 8
aunque no se puede comprobar por la escasa altura del muro, es difícil pensar que no existieran igualmente
ventanales, ya que están orientadas al mar con unas vistas y una luz
impresionantes, convirtiendo esas salas en las más apetecibles del complejo
termal.
De la sala 2 y de la correspondiente a el
número 9, no queda ni rastro del muro de cerramiento por lo que no podemos
saber con certeza cuál era su planta. Aunque me cuesta imaginar, teniendo en
cuenta el gusto por la simetría y la regularidad que mostraban los romanos en
sus construcciones, que el edificio no estuviera cerrado siguiendo los mismos
parámetros que el resto de salas, con dos octógonos. Y la entrada al edificio posiblemente
estaría habilitada en una de ellas.
Tal y como comentaba anteriormente, las
galerías que ahuecan la cubierta hacen del edificio un único. Y esto complica,
al no tener otros ejemplos parecidos que comparar, la adjudicación de una
función, un uso. Descartamos que sirviera para transportar aire caliente ya que
son demasiadas las aberturas y demasiadas la fugas, sería un sistema poco
efectivo. Por lo que nos quedan dos opciones posibles, una, que tuviera la
función opuesta, refrescar mediante la aireación, teniendo numerosas
combinaciones posibles dado el gran número y la distinta orientación de las
aberturas, y otra, el reparto de agua a las distintas salas. La forma más común
para enfriar/airear las salas era mediante compuertas en los óculos de las
bóvedas, en este caso, la plataforma superior no parece llegar hasta la parte
media de ninguna bóveda, por lo que no se ve rastro de óculo alguno y es
posible que fuera esa la función de las galerías. Pero ¿porque crear toda esa
compleja estructura de galerías que agujerea todo el edificio pudiendo
simplemente dejar el hueco para el óculo en la cumbre de la bóveda?.
Existe una cloaca para la evacuación de aguas
que transcurre al noreste de la natatio
central, cruzando a través de la sala 7, hasta desembocar fuera del edificio en
una alcantarilla de mayor entidad. En el muro exterior de la sala 7 existe una
comunicación entre el interior de la sala y el desagüe gracias a un acceso en
su parte superior. Con una clara intencionalidad de evacuación del agua
sobrante, nos indica que la sala 7 contenía agua, y la única forma visible y posible
de aporte es una abertura en la bóveda que conecta con las galerías superiores.
Indicio que habilita el que con mucha probabilidad esa fuera la función de las
galerías. De hecho no existen en el edificio restos de algún otro posible suministro
de agua a las salas. Pudiera ser quizás realizado mediante un aporte manual,
transportando contenedores de agua que después vertían sobre los usuarios. Pero
conociendo la ingeniería romana no es creíble esto último.
El acueducto según las descripciones, a muy
poca distancia del edificio, llegaba en altura (al menos uno de ellos). Estos
acueductos eran precisa y suavemente nivelados para llegar al punto de destino
sin saltos o grandes desniveles. Por lo que es posible suponer que la
finalización del mismo era también en altura. Y aunque desconocemos la altura
de las arcadas del acueducto, es factible la posibilidad de una función de
suministro de agua a estas galerías, y a través de ellas fuera expulsada en las
salas (tipo ducha o cascada). En las salas 4 y 6 que hemos identificado como caldarium y frigidarium son visibles en altura dos aberturas en cada una de
ellas; en la sala 5 solo un gran hueco, muy posiblemente el acceso a las
galerías superiores se realizaba desde allí; en los frigidarium, las salas 7 y 8, tan solo una; y en la sala 3, a
simple vista, no se ve ninguno en el interior de la bóveda, aunque sí por
encima de ella, lo que nos induce a pensar que el agua pudo caer a la sala
desde alguna abertura en la parte superior central de la cúpula. Precisamente
en el acceso a la sala 3 desde la sala central, en el de la sala 4 desde la
sala 3, y en la sala 6 en los accesos a la 5 y a la 7, las aberturas estan situadas sobre estos accesos, con una clara
función de aportar una ducha de agua fría al realizar los cambios de sala,
cuya finalidad precisamente era el contraste de temperaturas. Las galerías superiores
tienden a extenderse en brazos (tentáculos de pulpo) sobre los muros medianeros
de las salas, y aunque no podemos ver el revestimiento exterior, es muy posible
que, por la necesidad de evacuar la constante llegada de agua del acueducto,
tuvieran una salida con una caída en cascada por cada uno de los ocho vértices
del edificio hacia el exterior. Todo estos sorprendentes juegos de agua, con
duchas y cascadas en el interior, lo convertirían en un sitio realmente muy
atractivo y apetecible que visitar. Y los chorros expulsados en altura en cada
uno de los vértices, transformarían el edificio termal en prácticamente una
fuente monumental digna de ser contemplada.
Galerías de la
planta primera según la representación de J.A. Conesa. Su función es
desconocida.
La cubierta plana (color naranja más claro de
la siguiente imagen) no tiene marcas de haber tenido estructuras sobre ella,
por lo que es posible que fuera simplemente esta la cubrición del edificio. La
cual, dependiendo de si posee una inclinación hacia el exterior o hacia el
interior, expulsaría o aprovecharía el agua de la lluvia.
Planta primera y cubierta.
Planta baja idealizada añadiendo dos octógonos
a las salas 2 y 9. La primera, como suele
ocurrir en otros baños, y por su
situación junto al tepidarium, además de entrada al recinto pudo tener también una función de frigidarium.
situación junto al tepidarium, además de entrada al recinto pudo tener también una función de frigidarium.
La cubierta plana con el pasillo interior y una pequeña
cúpula de entre 5 y 6 m de diámetro, con
un óculo de 1 m
(1/5.2 del diámetro de la cúpula).
(1/5.2 del diámetro de la cúpula).
4.1.- GALERÍA FOTOGRÁFICA DEL EDIFICIO
DE LAS BÓVEDAS
4.1.1.- SALA CENTRAL - SALA 1
La sala central tomada desde la sala 8. Al
fondo el acceso a la sala 4. El revestimiento de la piscina y los bancos
semicirculares insertados
en los nichos pertenecen a reformas realizadas por
los anteriores propietarios privados de la parcela.
Hueco en la cubierta de la sala. Lo que queda
corresponde al pasillo de acceso a las diferentes galerías superiores.
Suponemos que pudo
sostener una bóveda central ahora totalmente destruida. A
consecuencia de frecuentes derrumbes se le habilitó la red de protección.
Al frente el acceso a la sala 8 con un banco
moderno interrumpiendo el paso. A la derecha el actual acceso al interior a
través de la posible
sala 9. Arriba a la izquierda, en el vértice del octógono
se ve una abertura que pudo estar conectada a las galerías superiores.
Un lateral de la piscina octogonal sin el
revestimiento realizado por los antiguos propietarios.
Pieza de mármol en el suelo.
Opus signinum.
Acceso a la sala 3 donde se aprecia el derrumbe de la bóveda sobre la planta. Arriba, entre
la fábrica de ladrillos, una de las numerosas aberturas que agujerean el edificio.
acceso a la sala 3 - Tepidarium, para
recibir una ducha antes de entrar?.
Mosaico en el umbral
de acceso a la sala 4.
4.1.2.- SALA 2 - ¿ACCESO - FRIGIDARIUM?
Planta de doble trapecio. Aunque el nivel del suelo actual es más alto que el resto del edificio,
pudo ser el originalmente el acceso principal.
La abertura
superior conecta con las galerías de la planta primera.
4.1.3.- SALA 3 - TEPIDARIUM
En primer plano el muro exterior con
divisiones de posibles ventanales. En segundo lugar el derrumbe de la cubierta
bloqueando el acceso.
Y al final lo que queda de la bóveda.
Vista frontal de
la sala.
Vista desde el sur.
Vista desde la sala 2.
En el centro de la
imagen y a su izquierda canalizaciones que conectan las galerías superiores con
la parte alta de la bóveda. En esta
ocasión no existe abertura alguna en el
interior de la bóveda. Pensamos que estas canalizaciones superiores aportaban
el agua a la
sala desde la parte superior central.
Parte superior de la bóveda donde se aprecia
que la canalización central también forrada con ímbrices.
Detalle de lo poco
que queda de bóveda.
4.1.4.- SALA 4 - CALDARIUM
Vista de la sala 4 desde la sala principal.
Y en el centro arriba canalización conectada a
las galerías superiores.
La sala vista desde el norte, desde la zona de hornos.
Vista
de la sala principal desde la sala 4. A la derecha acceso a la sala 3.
Los muros
exteriores con divisiones que pueden haber contenido nichos donde sentarse y/o
ventanales. A nivel de suelo existen numerosos
agujeros, es posible que con una
función de evacuación del agua.
La bóveda con las dos aberturas.
Abertura izquierda
Abertura derecha. Sobre el acceso entre las salas 3 y 4.
La abertura de la
derecha se abre interiormente en el muro medianero.
4.1.5.- PRAEFURNIUM
La galería central
repartía aire caliente por la zona occidental, en concreto seguro que a la sala
4, no sabemos si también a la sala 3, y la
de la izquierda a la sala 5.
Boca de la galería central.
Al fondo se ve la salida a la sala 5.
4.1.6.- SALA 5 - ¿CALDARIUM, TEPIDARIUM?
La sala 5 desde el norte. La gran abertura era
con toda probabilidad el acceso a las galerías superiores. Su gran tamaño no se
debe solo
a la erosión, todavía
se aprecia fábrica de ladrillo en su contorno.
En la parte
superior se puede ver un dintel arqueado creado con ladrillos. El interior de
las galerías era transitable.
En el centro falso acceso entre salas. A la
derecha abajo la entrada de aire caliente desde los hornos. Falta completamente
el suelo y
el hipocausto,
posiblemente por antiguas intervenciones arqueológicas.
Actualmente en la sala 5 no hay otra abertura a las
galerías superiores que la de acceso.
Muro exterior con lo que también parecen
divisiones que pudieron contener ventanales. Al igual que la sala 4, sobre las
marcas del nivel
de suelo se pueden ver numerosas aberturas con posiblemente la
finalidad de expulsar el agua sobrante.
Acceso a la sala 6. No se ve continuidad de la
galería de aire caliente o la entrada a la sala 6. Quizás esté oculta por los
bloques de la
restauración moderna. Pero de no ser así, mi opinión es que la
sala 5 funcionaba como Tepidarium, y
la 6 como Frigidarium, formando
un
recorrido menos caliente.
A
través de la gran abertura se puede apreciar como la galería continúa también en dirección este.
4.1.7.- SALA 6 - FRIGIDARIUM
La sala 6 desde el exterior. Al fondo el
acceso a la sala 7. Y arriba una abertura a la
galería
interna a su paso por el muro medianero. Posible ducha antes de cambiar
de sala.
Divisiones del muro exterior. Alguna podría ser un vano de puerta. Al
igual que la sala 5 el suelo está desaparecido.
La sala principal desde la sala 6, con el canal de evacuación de aguas de la pequeña natatio.
Paso entre las salas 5 y 6. En el perfil
son visibles las marcas del suelo desaparecido.
Acceso entre salas 6 a 7 y abertura a la
galería superior.
Detalle de la bóveda con las dos aberturas.
Doble ducha igual que la sala 4. Aunque en este caso situadas las dos sobre dos accesos.
Detalle de la abertura izquierda.
Abertura derecha colapsada en su interior.
4.1.8.- SALA 7 - FRIGIDARIUM
El suelo corresponde a un macizo de opus caementicium que protege la canalización
del desagüe del edificio. En frente la boca de la
cloaca en la que desemboca.
La luz sobre el suelo es la creada por el sol al atravesar la única abertura a
la galería superior que posee esta
habitación. En el pie de muro agujero para
salida del agua de la sala hacia el desagüe a través un acceso superior.
A
ambos lados del desagüe, como en las salas anteriores, el suelo ha
desaparecido. Este en concreto es el del lado izquierdo.
El lado derecho.
Vista superior del desagüe para la evacuación
de las aguas sobrantes de la sala.
El mismo visto desde fuera.
Abertura a la galería superior.
De la sala 7 tan
solo se podía salir por el mismo acceso de entrada.
4.1.9.- ALCANTARILLAS - DESAGÜES
Al
fondo la sala 7 y en primer plano la salida del desagüe del edificio.
La sección exterior está demasiado bien
terminada como para haber tenido una continuidad. Parece que terminaba ahí y no
tenía conexión
física con la alcantarilla principal.
Boca de la alcantarilla principal a la que posiblemente descargaban
las aguas del edificio. Son distintos tipos de construcción, con diferente
dirección, y no queda rastro de la intersección entre ellas. Quizás puede incluso
que no sean coetáneas.
4.1.10.- SALA 8 - ¿FRIGIDARIUM?
Vista
de la sala 8 desde la sala central.
Vista desde la sala 7.
Vista desde el exterior.
La bóveda con una única abertura a la galería
superior y a la derecha la canalización que rompe el muro medianero de las
salas 7 y 8, de
un tamaño exageradamente grande. Quizás el tamaño tenga que ver
con la cercanía a la evacuación de aguas vista en la sala 7, siendo las
zonas
sur y sureste las principales zonas de expulsión.
Detalle
de la bóveda.
La abertura, y al fondo el techo de la
galería.
La
entrada y salida de la sala 8 a la central.
4.1.11.- SALA 9
De la sala 9 no queda más que el frente con
tres lienzos de distinto ángulo entre ellos, y el arranque del muro de cierre
que veremos en
la siguiente imagen.
A la derecha de la pila moderna lo que queda
del muro de cierre, distanciándose del
muro medianero de la sala 8. La parte superior está
destruida, pero
también existió una canalización para la expulsión de agua en dicho muro.
Vista desde el
oeste. En la parte superior se puede ver parcialmente la galería y cómo
descendía levemente la canalización que transcurría
por el interior del muro medianero, hasta expulsar, con toda probabilidad,
el agua.
4.1.12.- CANALIZACIONES EN MUROS
MEDIANEROS
Detalle de
canalización creada con ímbrices en el muro medianero entre las salas 2 y 3.
Separación entre las salas 3 y 4. Además del
pequeño hueco rectangular, también parece tener canalización en la parte alta
en forma de "U".
Entre las salas 6 y 7 al este del edificio. Se
puede ver parcialmente el techo de la galería.
En la
parte más baja del muro entre las salas 6 y 7 es visible la marca dejada por
algún tipo
de suelo. ¿Otra habitación del edificio? una ducha exterior aprovechando el
agua sobrante?
¿o quizás una simple recogida del agua para canalizarla hasta la alcantarilla?.
La gran abertura entre las salas 7 y 8.
Entre las salas 8 y 9. Falta la parte
correspondiente a la sala 9.
Actualmente es un edificio espectacular. Y
haberlo visto en funcionamiento, incluso con ojos modernos, tuvo que ser algo
increíble.
Daniel Moreno
Fernández
Junio 2019
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