03/08/25

UN EDIFICIO HIDRAULICO ROMANO EN EL CASCO ANTIGUO DE MARBELLA

 


Daniel Moreno Fernández

RESUMEN

 Describimos un edificio hidráulico de época romana, encontrado en una intervención arqueológica en 2012, situado en un punto de altura estratégica del casco antiguo de Marbella, el cual hemos interpretado como castellum aquae finalizador de un acueducto. También enumeramos las fuentes y manantiales conocidos de la zona, intentando por eliminación distinguir, cuales pudieron surtir de agua este castellum, y a otras villas romanas de la costa del Sol.

PALABRAS CLAVES

 Castellum aquae, acueducto, fuentes, manantiales, villas romanas, Marbella, costa del Sol.

ABSTRACT

 We describe a Roman-era hydraulic structure, discovered during an archaeological excavation in 2012, located at a strategic height in Marbella's old town. We have interpreted it as a castellum aquae that completed an aqueduct. We also list the known fountains and springs in the area, attempting to distinguish, by elimination, which may have supplied water to this castellum and to other roman villas on the Costa del Sol.

KEY WORDS

 Castellum Aquae, aqueduct, fountains, springs, roman villas, Marbella, costa del Sol.


INTRODUCCIÓN

 En una intervención arqueológica realizada en la primavera de 2012, en la explanada norte del castillo de Marbella[1], en la cual participé como operario y dibujante de campo, junto con un numeroso grupo de voluntarios de la asociación Cilniana, arqueólogos de la empresa Arqueosur y subvencionado por el Ayuntamiento de Marbella, encontramos lo que pudimos definir como un edificio hidráulico de época romana, situado en uno de los puntos más altos del casco antiguo, cuya función con toda probabilidad, fue la recepción del agua traída por algún tipo de acueducto. Este edificio fue construido sobre un afloramiento rocoso, visible parcialmente desde calle Arte (fig. 1) el cual fue tallado en forma de L, para recibir sillares de piedra, y posteriormente recubrir estos de un finísimo opus signinum, dándole con todo ello la forma interior al edificio. Los restos descubiertos fueron de nuevo enterrados tras la finalización de la intervención, quizás esta imposibilidad de ser vistos hoy en día, hace aún más necesaria la publicación y difusión de este artículo, en el cual voy a intentar exponer las características de los restos encontrados.

(Fig. 1). Vista desde calle Arte. La roca donde se asentó el edificio hidráulico, actualmente enterrado tras las murallas del castillo de Marbella.


EL CASTELLUM AQUAE

 En la explanada norte del castillo, junto al colegio del mismo nombre, la cual transcurre a una cota aproximada media de 35 msnm, en su zona actual más alta, y junto a las murallas al este del castillo (fig. 2) realizamos el sondeo en el cual encontramos los restos del edificio romano. Al ser una zona habitada durante siglos, y por lo tanto, revuelto su subsuelo de forma continua[2], no pudimos encontrar una estratigrafía cierta con la que poder datar los restos (fig. 3). Tan solo por la fina composición del opus signinum que lo recubre, y las claras medidas de las formas construidas, que utilizan múltiplos del pie romano, podemos afirmar que pertenece a época romana, sin poder afinar más.

 

(Fig. 2). Vista aérea del castillo. Marcado con un círculo rojo, la ubicación del sondeo realizado en 2012.


 (Fig. 3). Vista norte del sondeo, donde se ve con claridad la afección realizada a los restos del edificio. A la izquierda un abrevadero de un establo de época moderna, tallado en piedra, irrumpe, rompiendo las estructuras romanas y se apoya en la roca. A la derecha restos de un enterramiento, posterior al establo, el cual rompe la plancha de signinum e incluso la roca, para adaptar la forma al cuerpo. Imagen de J. Miguel Lima.


 La roca fue tallada en tres niveles para acoger el edificio. Un primer nivel corresponde a la base que sostendría la pared sur; un segundo nivel para el apoyo de los sillares; y un tercer nivel de tallado para la plancha de opus signinum (fig. 4). Aportándole un firme perfecto y duradero al edificio, habiendo llegado así hasta nuestros días. La roca se aprovechó al máximo, estando parte del cierre oriental también tallado, usando el perfil descendente de la roca para crear la esquina sureste del edificio, donde apoyarían el primer sillar (fig. 5).

(Fig. 4). Vista este del sondeo donde se aprecian claramente los niveles tallados en la roca para soportar la construcción del edificio. Imagen de J. Miguel Lima.


(Fig. 5). A la izquierda abajo el abrevadero, que no se corresponde a esta época, irrumpe en el edificio y se apoya en él. Con una línea roja marcamos el perfil de la roca descendente, que fue aprovechada al máximo para crear la pared este del edificio, y una esquina sureste perfecta para apoyar el primer sillar, recubierto de opus signinum. Marcado con un círculo azul podemos apreciar restos del opus signinum que recubría toda la pared del edificio, y en este caso formaban la esquina.


 En la cara exterior del sillar, de forma muy parcial al encontrarse rota por el abrevadero, pudimos apreciar que el signinum formaba una rampa, que podría conectar con otra que se encuentra en uno de los laterales de la plancha de signinum a un nivel inferior. Pudiendo ser esa la rampa de acceso del agua (fig. 6).

 Debido a los restos de argamasa en la base de la estructura en L y la diferencia de pátinas en el frente de la misma, podemos argumentar que la hilada de sillares continuaba, con toda probabilidad, por al menos la totalidad de la base. Aunque su parte final se vio afectada por una zapata de hormigón de los edificios, viviendas de los maestros del colegio, realizados el siglo pasado, y no pudo ser comprobado.

 A un nivel aún más bajo, concretamente a una cota de 33 msnm, construyeron una plancha de opus signinum, con unas medidas de 0,6 m x 1,30 m. Debido al enterramiento anteriormente descrito, esta plancha se encontraba seccionada en el lado corto occidental, por lo que desconocemos el largo total que pudo tener. Y en el lado corto opuesto, también seccionada, pero claramente visible, terminaba en forma de rampa, la cual conectaría sin duda, con los restos de rampa del sillar recubierto de signinum. Siendo este con toda probabilidad el lugar de acceso del agua (fig. 7).

 

(Fig. 6). Otra vista de la esquina sureste del edificio con el sillar recubierto de opus signinum. Marcado con una elipse azul, lo que pudo ser parte de la rampa de acceso de agua al edificio.


(Fig. 7). Vista norte del edificio. Con una elipse azul marcamos la rampa creada en la plancha de opus signinum, que con toda probabilidad, conectaba con los otros restos de rampa, muy parcos, destruidos por el abrevadero, que quedaron en la cara norte del sillar, marcados con una elipse roja.


 El resto del edificio se resolvía hacia el norte con obra de mampostería, siendo visibles dos niveles claramente diferenciados. La más próxima a la plancha de signinum, realizada con grandes bloques de piedra situados sobre la misma roca base, que sostendrían, según nuestra interpretación, una hilada de sillares simétrica a la anteriormente descrita. Y junto a esta, una base de mampostería con piezas más pequeñas, las cuales soportarían el cierre exterior del edificio (fig. 8).

(Fig. 8). Vista oeste. De derecha a izquierda: la plancha de signinum con los restos de la rampa en la esquina sureste; a su izquierda la base de mampostería realizada con grandes piedras, es la que suponemos fue la base de otra hilada de sillares. Se puede apreciar cómo es la misma base que crearon bajo la rampa de signinum. La base que formó el interior del edificio, el cual, fue sellado con opus signinum; y para finalizar, una mampostería más pequeña que pudo soportar el muro de cierre del castellum.


(Fig. 9). Plano del sondeo realizado en 2012. La situación del abrevadero, en la esquina noreste, tallado en piedra y con una posible datación de entre los siglos XV y XVII, con la misma dirección y en el punto donde pensamos se situaría la entrada de agua, nos hace pensar que el sistema de agua romano pudo seguir trayendo el agua al castillo hasta al menos esas fechas. Aunque sin otras pruebas que lo afirmen.


(Fig. 10). Planta reconstruida del edificio hidráulico. La entrada de agua se realizaría por el norte. Desconocemos la extensión o forma del castellum hacia el oeste. La superficie que hemos podido estudiar es de algo menos de 8 m².

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[1] (Sánchez, 2012).

[2] Las actuaciones más modernas fueron  por ejemplo: su uso como cementerio con la excavación de cientos de fosas; más tarde incluso la construcción de nichos; y aún más cerca a nuestros días la construcción de unos edificios para alojar a los maestros del colegio.

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LAS FUENTES DE AGUA

 (Perrault, 1765, págs. 119-120). Arquitectura de Vitrubio. Capítulo Tercero. "De las cosas comunes a los edificios públicos y particulares". Artículo Primero. "De la conducción de las aguas para fuentes": “Es muy necesario para conducir las aguas nivelarlas antes, a fin de saber si pueden ir a los sitios a donde se las desea llevar. Los antiguos empleaban para ejecutarlo un instrumento llamado Chorobate, que se dirigía con el plomo, y también con el agua cuando el viento impedía servirse del plomo. Conducían las aguas de tres modos: por Acueducto; por Encañados de plomo; y por Encañados de barro. Daban a las canales de los Acueductos medio pie de pendiente por ciento de largo[3]: y cuando se encontraba alguna eminencia, la minaban[4], formando de trecho a trecho unos pozos o respiraderos que llegaban a la cima para que se venteasen. Los caños de plomo tenían cuando menos nueve pies de largo. Hacianlos de planchas curvas y de diferentes gruesos, según la cabida que habían de tener[5]. Estos caños seguían la declinación necesaria: y cuando se encontraba algún valle en su camino, le igualaban con una pared[6]; pero si estos valles eran de mucha extensión, hacían que bajasen y subiesen por ellos los encañados[7]. De trecho en trecho dejaban también respiraderos para dar salida al aire[8], y registros para reconocer las roturas que hiciese la cañería y componerla. …

 Es bien conocida hoy en día la importancia dada al agua en época romana. No les importaba recorrer decenas de kilómetros con acueductos, construir enormes arquerías, sifones con tuberías de plomo o de barro, excavar montañas... todo, con tal de: que el agua fuera confinada todo el tiempo, para evitar contaminaciones externas, y llevar el agua más pura posible a sus asentamientos; y transportarla mansamente, sin grandes desniveles, que pudieran producir presiones o velocidades indeseadas, para la durabilidad de las estructuras construidas. Siempre traída de manantial, buscando el más adecuado, que aporte la mejor y más constante agua durante todo el año.

 Por desgracia, en nuestro caso, desconocemos cuál, de los muchos manantiales existentes en la zona, fue el que surtió de agua este castellum aquae.

 Según la web, “Manantiales y Fuentes de Andalucía. Hacia una Estrategia de Conservación. Conoce Tus Fuentes” de la Junta de Andalucía y la Universidad de Granada, existen 15 fuentes en Marbella[9]:

- Fuente de Buenavista, altitud 404 msnm, caudal bajo casi siempre agotado.

- Fraguara de Cabañiles, altitud 278 msnm, caudal bajo casi siempre agotado.

- Fuente de Calaña, altitud 495 msnm, caudal muy bajo no se agota nunca.

- Manantial de Camoján, altitud 177 msnm, caudal medio no se agota nunca.

- Fuente de Las Campanas, altitud 458 msnm, caudal bajo no se agota nunca.

- Fuente de Los Granizos, altitud 266 msnm, caudal muy bajo no se agota nunca.

- Manantial de La Fontanilla, altitud 1 msnm, caudal muy bajo se agota con frecuencia.

- Fuente de Los Caserones, altitud 435 msnm, caudal bajo se agota excepcionalmente.

- Pilar de La Minilla, altitud 419 msnm, caudal muy bajo se agota con frecuencia.

- Manantial de Nagüeles, altitud 179 msnm, caudal bajo no se agota nunca.

- Fuente de Nuestra Señora de la Paz, altitud 257 msnm, caudal muy bajo se agota con frecuencia.

- Fuente del Pecho de Las Cuevas, altitud 40 msnm, caudal muy bajo se agota con frecuencia.

- Manantial de Puerto Rico Alto, altitud 406 msnm, caudal medio no se agota nunca.

- Fuente de Los Salvajes, altitud 13 msnm, caudal muy bajo prácticamente siempre agotado.

- Pileta Real de Zaragoza, altitud 200 msnm, caudal muy bajo se agota con frecuencia.

 Por la altura a la que se encuentran, se pueden descartar directamente, los situados por debajo de la cota de 33 msnm, estos son: la fontanilla a 1 msnm, situado en la misma playa; y la fuente de Los Salvajes a 13 msnm.

 Y también desechamos los muy altos, ya que supondría trabajar con unos niveles enormes, de presión en las tuberías, o velocidad del agua en los canales, teniendo que realizar numerosos "saltos de agua" para reducir esos niveles, y aun así, con riesgo alto de la destrucción del sistema por la fuerza del agua. Y además, porque no es justificable ese esfuerzo, teniendo otras opciones situadas en cotas más favorables y de buen caudal. Por lo tanto, descartaríamos, situando un límite medio en las altitudes reflejadas anteriormente, las situadas por encima de la cota 200 msnm[10], muchas de ellas también con caudal muy bajo y solo de temporada. Las descartadas son: Fuente de Buenavista, altitud 404 msnm; fraguara de Cabañiles, altitud 278 msnm; fuente de Calaña, altitud 495 msnm; fuente de Las Campanas, altitud 458 msnm; fuente de Los Granizos, altitud 266 msnm; fuente de Los Caserones, altitud 435 msnm; pilar de La Minilla, altitud 419 msnm; fuente de Nuestra Señora de la Paz, altitud 257 msnm; manantial de Puerto Rico Alto, altitud 406 msnm; y la pileta Real de Zaragoza, que se encuentra al límite de los 200 msnm, pero tiene un caudal muy bajo que se agota con frecuencia.

 El manantial de Puerto Rico Alto abastece de agua, al menos desde siglo XVII, al pueblo de Marbella. Este hecho puede llevar fácilmente a pensar, que así fue también desde la edad antigua. Pero analicemos el perfil del recorrido del acueducto moderno (fig. 11) e imaginemos que surtió de agua al edificio hidráulico romano, por el mismo recorrido. El desnivel existente entre el manantial y el castellum es de 373 m. El trazado aproximado del acueducto actual y hasta el castellum es de en línea recta 4.73 km, y una longitud total, real, de 4.79 km. Esto nos da un desnivel medio, exageradamente grande, de 78 m x km, totalmente fuera de las "buenas costumbres" de la ingeniería romana, en la que intentaban que el agua transcurriera lo más pausada posible (recordemos que Vitruvio recomendaba 5 m x km). Ese enorme desnivel llevaría a la construcción de unos 4 "saltos de agua" (caídas de agua canalizada) de aproximadamente 70 metros de altura cada una, situadas aproximadamente a 1 km de distancia entre ellas. Obra descomunal, y con total seguridad no realizada en época romana. O bien, saltarse las normas establecidas en la ingeniería romana, y permitir un acueducto con una velocidad del agua nada aconsejable, si quieres que la obra no de problemas y perdure en el tiempo.


(Fig. 11). Perfil del hipotético trazado de un acueducto, que uniera el manantial de Puerto Rico con el castellum aquae. De derecha a izquierda: el llano de Puerto Rico Alto; un brutal desnivel, el cual baja hasta la cota 200 en muy poco tiempo; un par de llanos mezclados con grandes pendientes; y el último tramo que parte de la cota 100, que a simple vista aparenta ser suave, salva 67 m en 1.85 km, lo cual nos da un desnivel de 36 m x km, siete veces más alto del recomendado por Vitruvio.

 Todo lo anterior nos deja con tan solo tres opciones, sin haber tenido en cuenta el caudal o la temporalidad del mismo: el manantial de Camoján, con una diferencia de nivel de 144 metros, y una distancia en línea recta con el castellum de 3.02 km, con un caudal medio de entre 10-100 l/s, que no se agota nunca; el manantial de Nagüeles, con una diferencia de nivel de 146 metros (prácticamente la misma que el de Camoján) y a una distancia en línea recta de 4.2 km del castellum[11], con un caudal bajo entre 1-10 l/s, que no se agota nunca; y la fuente del Pecho de Las Cuevas, situado muy cerca del castellum, a tan solo 980 metros de distancia, y con una diferencia de nivel muy pequeña de apenas 7 metros, aunque con un caudal muy bajo que se agota con frecuencia en la actualidad.

 Como ejercicio didáctico, imaginemos un trazado sinuoso de las tuberías, recorriendo paralelo a las curvas de nivel, que llegue a duplicar la distancia en línea recta existente entre la fuente y el castellum. El manantial de Camoján, con una supuesta longitud de acueducto de 6 km, tendría un desnivel de 24 m x km; el manantial de Nagüeles tendría un desnivel de 17.38 m x km; y la fuente del Pecho de Las Cuevas, de 3.57 m x km. Obras realizables todas, aunque la más sencilla de realizar, sería sin duda, la de la fuente del Pecho de Las Cuevas.

 Topográficamente hablando, la fuente del Pecho de Las Cuevas es nuestra mejor opción (fig. 12) y la única que cumple con los requisitos establecidos por Vitruvio. Pero es imposible confirmar que la fue, entre otras cosas porque desconocemos el caudal real que aportaba hace 2000 años. El cambio climático, y pozos de extracción de agua, situados a muy pocos metros, que vacían el acuífero, seguro han desfigurado el caudal real que tuvo. Teniendo en cuenta los datos de caudal actuales, ya que siguen teniendo un importante caudal de agua, los que más posibilidades tienen de haber sido, son los manantiales de Nagüeles y Camoján. Aunque como decíamos, es imposible de afirmar que así fue.

 

(Fig. 12). Vuelo Americano 1946. A la izquierda la fuente del Pecho de Las Cuevas. No excesivamente grande, pero parecida a la huella dejada por el agua en el cauce del río Huelo. En el momento de la imagen, no parece llegar a desembocar completamente al mar. Como valor positivo, el corto y fácil recorrido que tendrían las tuberías para llegar al castellum.


 Otros manantiales en la costa cercana son, por ejemplo: 

 - En Estepona, de los 17 descritos en la web de la Junta de Andalucía, tan solo dos entran en los criterios de criba anteriores, pero actualmente son de muy bajo caudal: fuente Amargosa a una altitud de 130 msnm, pero con un caudal muy bajo; fuente del Arroyo de Los Chivos, a 188 msnm, también con un caudal muy bajo y prácticamente siempre agotado. El resto de los manantiales se encuentran a una cota demasiado alta para ser tenidos en cuenta.

 - En Benahavís están: la fuente del Guadaiza, a 98 msnm, con un caudal muy bajo pero que no se agota nunca; la fuente Loma Retamar, a 130 msnm, con un caudal bajo; el manantial de la Toma de Agua del Río Guadalmina, a 200 msnm, con un caudal bajo que no se agota nunca; la fuente de Tramores, aunque a 208 msnm, pero la contemplamos por su caudal medio que no se agota nunca.

 - En Istán: el rezume de Capellanía I y Capellanía II, a 177 y 178 msnm, es un rezume de caudal muy bajo, aunque no se agota nunca; la fuente de La Garza, a 189 msnm, y caudal muy bajo, aunque no se agota. El resto de los de Istán están demasiado altos.

 - En Fuengirola solo hay uno descrito en la página web, el manantial del Higuerón, a una altura de 135 msnm, y un caudal muy bajo, prácticamente siempre agotado.

 - En Mijas: la fuente del Becerril, a una altura de 114 msnm, y un caudal muy bajo; la fuente María Rosales a 170 msnm, y un caudal muy bajo.

 - En Benalmádena tan solo está la fuente del Chorrillo, a 210 msnm, y un caudal muy bajo que se agota con frecuencia.

 - En Torremolinos hay varios a una cota baja muy conveniente: el manantial del Albercón del Rey, a 65 msnm, con caudal Bajo prácticamente siempre agotado; la fuente del Calvario, a 62 msnm, y un caudal muy bajo; la fuente del Pinar, a 73 msnm, y un caudal muy bajo que no se agota nunca; y el manantial de la Senda del Pilar, a 43 msnm, y un caudal muy bajo.

 El que actualmente su caudal sea muy bajo y se agoten temporalmente, no los descarta del todo, porque, como decíamos anteriormente, no sabemos con certeza el caudal que pudo tener en la antigüedad. En cuanto a cota de nivel, hay varios muy sugerentes en Torremolinos y Benahavís[12]. Y lanzamos la hipótesis de que las acometidas de agua pudieran ser compartidas por varias villas. Bajadas las aguas desde el manantial más conveniente, y una vez en la cota adecuada (hasta aquí la obra más costosa y complicada de realizar), se distribuirían las tuberías, con un trazado cercano y paralelo a la costa, hasta llegar a cada una de las villas.

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[3] Según esta descripción de Vitruvio, el desnivel era de 15 cm por cada 30 m, o lo que es lo mismo de 5 m de desnivel por cada kilómetro de longitud. Un desnivel alto, suponemos que describe el máximo recomendado. El desnivel de los acueductos romanos llegaba a ser, desde: el de Nimes con 0.25 m x km; a los 5.3 m x km de el de Lyon-Brevenne; salvo alguna excepción como el de Lyon-Craponne con 16.8 m x km, todos ellos situados en la Galia (Adam, 2002, pág.266).

[4] Excavaban túneles kilométricos en las montañas.

[5] Tanto el diámetro interior de las tuberías, como el grosor de las mismas, se hacían dependiendo del caudal y la presión que debían transportar.

[6] Creaban acueductos con arquerías de sillares, para que transcurrieran sobre ellos las tuberías.

[7] Sifones.

[8] Válvulas de ventosa.

[9] Para conocer la situación exacta de estas fuentes, pueden acudir a la web indicada. Por otro lado, las fuentes situadas en el término municipal de Ojén, aunque existen bastantes e importantes, todas se encuentran a cotas muy altas, lo cual dificultaría en exceso la construcción de la canalización del agua. En este estudio las descartamos ya que existen otras opciones más favorables y cercanas.

[10] Si tenemos en cuenta que el castellum aquae se encuentra a una cota de 33 msnm, las fuentes situadas a 200 msnm, someterían a las tuberías a una presión de 167 mca = 16.7 kg/cm², y salvo costosísimos remedios, como un gran grosor de las tuberías y una buena sujeción para evitar minimizar los “golpes de ariete”, las tuberías estallarían transcurrido poco tiempo. Y en caso de utilizar para transportar el agua, un canal, en lugar de tuberías, esa diferencia de altura, daría al agua una velocidad vertiginosa y destructiva ¿es realizable la obra? Sí, pero imaginen tener que realizar saltos de agua por una altura equivalente a 160 metros, que sería aproximadamente los necesarios para fuentes situadas a 200 msnm. O en el caso, por ejemplo, del manantial de Puerto Rico Alto, en la que, esa diferencia de nivel, nos llevaría a tener que “saltar” 60 metros más, de la altura que tiene la torre Eiffel, con un desnivel total de 370 metros ¿Posible? sí, actualmente abastece a parte de la ciudad, pero nada recomendable, sobre todo teniendo otras fuentes de gran caudal a cotas más bajas. Y sin duda evitada por la ingeniería romana.

[11] El manantial de Nagüeles, tiene exactamente la misma distancia en línea recta con el castellum, que con la villa romana de Río Verde, aunque con un poco más de desnivel, al encontrarse la villa junto al mar (aprox. a 5 msnm). Existen otras opciones para el suministro de la villa, en los alrededores del embalse de La Concepción, aunque un poco más alejadas. No es descabellado pensar, que el coste de la obra, para el descenso del agua desde el manantial situado en la cota 179 msnm, fuera compartido, por al menos estos dos asentamientos romanos.

[12] En diferentes escritos sobre las termas romanas de Las Bóvedas, muchos se preguntan el porqué de unas termas de esas grandes dimensiones en ese lugar, llegando a sugerir/justificar, que en ese punto debió haber una ciudad. Cuando la elección de ese lugar para construir la terma, pudo ser simplemente tener un buen acceso a un buen punto de acometida de agua, cómo por ejemplo, esas fuentes que se encuentran en Benahavís. Unas termas no necesitan una ciudad (aunque sí una cierta población alrededor que la use obviamente) pero es indispensable una gran cantidad de agua, de forma continua, más aún para unas termas con sistema de ducha, necesitada de agua constante, como es el edificio de Las Bóvedas.

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CONCLUSIONES

 No hay muchos, ni bien documentados castellum aquae finalizadores de acueductos. Los principales y más conocidos son el de Pompeya o el de Nimes. No son tampoco cisternas para el almacenamiento de agua, muchas veces confundidas con los decantadores, donde el agua, aunque muy lentamente seguía en movimiento, decantando sólidos. Y es que, en época romana, no almacenaban el agua para consumo humano, siempre la mantenían corriendo. El estancamiento la hace no potable. Ni tampoco estamos en este caso, ante un decantador. Estos están formados por grandes salas rectangulares, en las que el agua accede por una pequeña tubería situada en un punto alto, y sale, por una tubería de similar tamaño, situada en el extremo opuesto, también en altura, con un objetivo, que el agua adquiera prácticamente velocidad 0 y los sólidos decanten, pero que esté siempre en movimiento. En la rampa y plancha de opus signinum que nos ocupa en este estudio, el agua correría a una velocidad inadecuada para ser la entrada de un decantador. Y con toda probabilidad, formó parte del edificio donde terminaba la traída de agua, y a partir de ese punto, a una cota de 33 msnm, se repartía, de forma desconocida, a puntos situados en una cota inferior a esta. Un castellum aquae finalizador de un acueducto.

 No conocemos el manantial o fuente que surtía al edificio. Puede que fueran los manantiales de Nagüeles o Camoján, o quizás la fuente del Pecho de Las Cuevas si alguna vez llegó a tener un buen caudal. 

 Desconocemos también totalmente el tipo de acueducto que transportaba el agua, pudo ser con tuberías[13], aunque la forma interior del edificio, creando un claro canal con dos pies romanos de ancho, nos puede llevar a pensar, que el agua llegaba transportada en acueducto de canal. Pero puede también que una tubería descargase sobre la rampa de signinum.

 Del mismo modo, desconocemos lo que continuaba después del edificio, y cómo se repartía el agua. Durante años se ha especulado, sin prueba alguna, que Marbella era ciudad romana, pero son muchos los restos que deja una ciudad romana, con enormes edificios públicos y privados de duro hormigón casi imposible destruir, columnas, estatuas, mosaicos, … y en Marbella, no ha aparecido ninguno de esas características, que nos pueda llevar a pensar que hubo una ciudad romana. También se ha hablado en estos años atrás de que el castillo fue fortaleza romana[14], cuando tan solo existen apenas una decena de sillares almohadillados, enterrados en la base de las murallas de la plaza de Iglesia, que pudieran ser romanos (o púnicos). En la intervención del descubrimiento de estos sillares almohadillados[15], daban como opción principal, que fuera material de acarreo. Pero es que, ni aun habiendo sido ésos sillares tallados para ser ubicados allí, en época romana, quiere eso decir, que el edificio que contenían fuera una fortaleza, pudo ser prácticamente cualquier otro tipo de edificio público o privado. Y son tan solo una decena de sillares, de los miles, no almohadillados, que conforman la forma actual del castillo[16].

 Casi con total seguridad Marbella fue una villa en época del cambio de milenio. Es lo que existió entre Carteia y Malaca, algo más de una veintena de villas repartidas por la costa, y salvo la misma Carteia y Julia Ioza[17], no existen otras ciudades romanas entre Málaga y Cádiz. Los restos parciales y dispersos por el casco antiguo, más concretamente en los alrededores de la iglesia y el castillo, no indican que pudiera haber algo de mayor entidad que una villa.

 Tendemos a pensar que las villas no eran necesitadas de grandes cantidades de agua corriente, y también equivocadamente, que el agua de los impluvios era potable y que se abastecían de ellos, cuando tan solo hay que imaginar, después de un par de meses sin lluvia, la enorme cantidad de suciedad y restos, que serían arrastrados hacia el interior, provenientes de las cubiertas[18], siendo además después almacenada (estancada) en un depósito, lo que la hace inservible para el consumo humano, aunque sin duda, útil para otros menesteres domésticos. Pero el mayor consumo de agua y sobre todo el humano, se tuvo que hacer con agua traída de manantiales cercanos. Los sistemas de agua para este tipo de villas marítimas apenas han sido estudiados[19], pero el consumo de agua, dependiente también del tipo de producción industrial que tuvieran[20], fue sin duda necesario y nada desdeñable. Las villas estaban dotadas además de termas/baños; había fuentes; en algunas incluso piscinas[21]; manteniendo además, un continuo flujo de agua corriente por las alcantarillas de la propia vivienda, para evitar así malos olores y enfermedades. Necesitaban para todo ello la mejor fuente de agua.

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[13] La instalación de tuberías, de plomo y barro, como acueductos, era con total seguridad, la más comúnmente utilizada. De gran eficacia y fácil instalación, permitía la creación de sifones para salvar vaguadas y grandes desniveles, evitando construir enormes y costosas arcadas de sillares, prefiriendo sin duda la instalación de tuberías enterradas, protegidas por un pequeño canal. Como ocurre por ejemplo, en la ciudad de Cos, situada en la isla griega de igual nombre, en la que se constata, desde al menos la etapa helenística y con continuidad en las siguientes romanas, una inmensa red de tuberías de barro, que partían dobles y de gran diámetro, desde los distintos manantiales, hasta realizar el reparto por el interior de la ciudad, transcurriendo estas, bajo las aceras, e incluso embutidas en los muros de mampostería (Livadiotti, 2012). Aunque curiosamente, cuando hablamos de acueductos, nos vienen a la mente las grandes construcciones mencionadas, que son las que siempre hemos visualizado como acueductos, y generalmente hemos omitido la posibilidad del uso de tuberías, al ser mucho más difíciles de encontrar, al haber sido expoliadas con fruición (en el caso del plomo), o permanecer aún enterradas.

 Existe una coincidencia con lo que nos ocurre con el manantial de Puerto Rico Alto, y es que, desde una fuente de agua situada a una gran altura, el manantial Vourina, y gracias a un acueducto realizado a principios del siglo pasado, por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, se abastece la ciudad de Cos actualmente con 15 l/s. Aunque existe controversia sobre el origen, unos piensan que es micénico, otros helenístico (Livadiotti, 2012). Desconozco absolutamente si hubo o no, un acueducto desde época micénica o helenística que abasteciera la antigua ciudad de Cos. Es posible que, al estar limitados territorialmente por los manantiales existentes en la isla, tuvieran que adaptarse y utilizar acueductos con esos grandes desniveles, incluso en la etapa romana. Pero solo porque no tuvieran otras opciones más favorables, aunque tuvieran que recorrer decenas de kilómetros hasta ellas.

[14] (Sánchez, 2015)

[15] (Fernández, 1998)

[16] He escrito personalmente varios artículos en la revista Cilniana hablando de este tema. (Moreno Fernández, 2017); (Moreno Fernández, 2022). Los pueden encontrar también en este blog: "El Origen de Marbella y el especial Aparejo de su Castillo - Reflexiones"; "Las Medidas del Castillo de Marbella".

[17] La conocida actualmente como Baelo Claudia, fué con toda probabilidad la nombrada por Estrabón, Julia Ioza. Pueden leer, sobre el nombre de la ciudad situada en la playa de Bolonia, en mi otro artículo, de este mismo blog, titulado "Estudio Sobre la vía Romana entre Malaca-Gades y una Posible División Territorial de La Costa para las Villas Marítimas"

[18] Si alguna vez han pisado una cubierta de tejas, después de un tiempo sin lluvia, sabrán que existe una enorme suciedad sobre ella: polvo; ramas; excrementos de pájaros; insectos muertos; nidos de aves; … prácticamente se puede encontrar cualquier cosa, y todas ellas irían a parar al impluvio, convirtiéndolo en no potable. Pese a todo, en algunas ocasiones, aún se sigue escuchando que era el punto de abastecimiento de agua de las villas romanas.

[19] Desconocemos la existencia, de algún trabajo realizado, sobre el agua para el abastecimiento de las villas de nuestra costa. Y el agua sin duda, llegaba en abundancia a estas viviendas, eran fundamentales para la vida, y básicas en la época romana. La no existencia de acueductos en altura construidos en sillares, ha hecho que sea un tema prácticamente inédito. Pero es que con toda probabilidad, el agua llegaba enterrada en tuberías, que: o bien fueron expoliadas para su reutilización; o siguen aún enterradas algunas de ellas.

[20] Imaginen, solo como un ejercicio didáctico, por ejemplo: que el agua venida del castellum fuera utilizada para el accionamiento de molinos harineros, instalados estos, aprovechando la pendiente de la ladera, y que las planchas de signinum encontradas en calle Escuela (Moreno Ortega, 2009) fueran la base de estos molinos. Necesitando para ello, una cantidad ingente de agua, con caudales iguales o  superiores a los de una ciudad.

[21] Por ejemplo, una de estas piscinas pudo ser, el albercón descrito por Vázquez Clavel, situado en la plaza de Los Naranjos. Aunque nunca se ha realizado intervención arqueológica sobre esos restos.

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BIBLIOGRAFÍA

- ADAM, Jean-Pierre (2002): “La construcción romana. Materiales y técnicas”. León, Editorial de los Oficios.

FERNÁNDEZ LÓPEZ, Sebastián; SOTO IBORRA, Antonio; SÁNCHEZ BANDERA, Pedro Jesús y CUMPIÁN RODRÍGUEZ, Alberto (1998): Informe Preliminar, Intervención Arqueológica de urgencia en el castillo de Marbella (Málaga), I Fase.

- LIVADIOTTI, M. (2012): La rete idrica della Kos di età romana: persistenze e modificazioni rispetto alla città ellenistica. Thiasos, 1, 2012, pp. 93-126.

- MORENO FERNÁNDEZ, Daniel (2017): “Reflexiones sobre el origen de Marbella y el especial aparejo de su Castillo”. Revista Cilniana, nº 26/27, pp.41-80. (2014-2017).

- MORENO FERNÁNDEZ, Daniel (2022): “Las medidas del Castillo”. Revista Cilniana, nº 30/31, pp.5-26. (2021-2022).

- MORENO ORTEGA, Ana Belén; CUMPIÁN RODRÍGUEZ, Alberto (2009): Control de Movimiento de Tierras durante la Remodelación de la calle Escuelas de Marbella (Málaga).

- PERRAULT, Claudio 1765: Compendio de Los Diez Libros de Arquitectura de Vitruvio. Escrito en francés por Claudio Perrault, de la Real Academia de las Ciencias de París. Traducido al castellano por Don Joseph Castañeda, Teniente Director de Arquitectura, de la Real Academia de S. Fernando.

- SÁNCHEZ BANDERA, Pedro J.; ARQUEOSUR, Estudio de Arqueología, S.L. (2012): Excavación Arqueológica Puntual en el Castillo-Alcazaba de Marbella, C/Escuela, 6, Marbella (Málaga).

- SÁNCHEZ BANDERA, Pedro J.; GURRIARÁN DAZA, Pedro (2015): Estudio y Documentación de las Estructuras Perimetrales del Castillo-Alcazaba de Marbella, Marbella (Málaga).


UN EDIFICIO HIDRAULICO ROMANO EN EL CASCO ANTIGUO DE MARBELLA

  Daniel Moreno Fernández RESUMEN   Describimos un edificio hidráulico de época romana, encontrado en una intervención arqueológica en 2...