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04/10/23

UN FOSO AL NORTE DE LA CIUDAD



RESUMEN: Debido al reciente descubrimiento de un foso al norte del castillo de Marbella, proponemos que el foso perteneció a la defensa norte de la población, incluido el castillo, y no a un campamento tardo-republicano de asedio como proponen en una de las dos intervenciones arqueológicas donde fue encontrado.

PALABRAS CLAVE: Foso en "V"; campamento tardo-republicano; Marbella.

ABSTRACT: Due to the recent discovery of a moat north of the Marbella castle, we propose that the moat belonged to the northern defense of the town, including the castle, and not to a late Republican siege camp as proposed in one of the two archaeological interventions where it was found.

KEY WORDS: V-moat; late republican camp; Marbella.


LAS INTERVENCIONES DEL DESCUBRIMIENTO

 Como hemos hablado en diversas ocasiones, la zona centro de Marbella, más concretamente la que actualmente ocupa el casco antiguo, estaba dotada de una defensa natural, otorgada, por el arroyo de la Represa que corre al este perpendicular al mar, y el río Huelo que la envuelve y la cierra al sur conectando con el arroyo de la Represa, creando una "Y" de formas curvas. Estos fosos, creados por la erosión del agua, tan solo dejan una pequeña zona sin aislar, el norte de la ciudad y del castillo. Convirtiéndose esa zona norte en la más complicada de defender, teniendo además el terreno un desnivel desfavorable que facilitaría el ataque desde el norte[1]. Todo lo cual nos lleva a calificar como imprescindible, la creación de un foso artificial que interrumpiera el paso de cualquier posible ataque, con una longitud que alcanzara, desde el profundo cauce[2] de la Represa, hasta el paso del menos pronunciado río Huelo.

 Y efectivamente, este foso ha sido visto en dos recientes y distintas intervenciones arqueológicas situadas a unos 15 m al norte de las murallas y torres del castillo. En la primera de ellas[3], en una parcela de calle Lobatas, constatan un tramo de foso en "V" de unos 9 m de largo[4], aproximadamente 5 m de ancho, y una profundidad de 1.7 m, con un sentido noreste suroeste y un ángulo de 108 grados sobre el norte magnético[5], y la continuación de este foso (gracias al perfil de la parcela) bajo la calle Lobatas. En la segunda intervención[6], debida a la remoción de la calle Postigos, linde oriental de la anterior parcela, encuentran, aunque afectado en algunos puntos, el mismo foso, el cual pudo ser constatado que cruzaba el ancho total de la calle con el mismo sentido noreste suroeste. Hasta aquí todo bien. El problema acontece en la datación de dicho foso.

 En esta última intervención, la de calle Postigos[7], el material hallado en las tres zanjas en las que pudieron documentar el foso, está formado por restos de cerámica tardo-republicana; imperial; tardo-romana; de los momentos de transición entre el mundo romano y altomedieval; y emiro-califales; abarcando entre los siglos I a.C. hasta el siglo X d.C. Estos aparecieron invertidos, estando los emiro-califales en cotas más bajas que los plenamente romanos. Lo cual, según palabras del director de la intervención, ”nos puede llevar a pensar que hubo algún tipo de acción humana sobre estos estratos en época medieval”. No fecha la construcción del foso. Y según esa última frase, podemos deducir, ya que no parece, y con razón, que concluya de forma clara que la amortización del foso no se dio hasta al menos época medieval (luego veremos que se muy posiblemente se alargó bastante más).

 Sin embargo, en la primera intervención, la de calle Lobatas[8], si que concluyen firmemente respecto la datación del foso. En el relleno de los 9 metros de foso que analizaron, aparecieron fragmentos de galbos de contenedores grandes y medianos (ánfora, tinaja, jarra, orza); fragmentos de platos, tapaderas, un barreño de base ovalada y un fondo de cubilete de paredes finas; identifican un borde de ánfora Dressel 1C (mediados del I a.C.) y otro de la Haltern 70 (mediados siglo I a.C. hasta época flavia) y algunas más que parecen apuntar también al siglo I a.C.; dos bordes de platos Lamboglia 5 con una datación entre el 90 y el 30 a.C.. Además, aunque fuera de contexto, encuentran un cuadrante de la ceca de Malaca, posiblemente de entre los años 100 y 25 a.C., y de igual manera, un glande de honda fabricado en cerámica. El foso, más la aparición de todos esos restos, citando a Morillo y Adroher[9], cuyo análisis del registro arqueológico de los campamentos militares de la época, indica una serie de materiales-guía, con cierto parecido a los de Marbella, les hace concluir que el foso pertenece a un campamento militar tardo-republicano de asedio, de la segunda guerra civil entre César y Pompeyo.

 La descripción de los materiales-guía de Morillo y Adroher habla de cerámica campaniense A y B, ellos entre paréntesis añaden la encontrada en Marbella [o calena]; también habla de monedas romanas e ibéricas, y solo apareció una de Malaca descontextualizada; también de glandes de plomo, y añaden ellos de nuevo entre paréntesis [o de cerámica] habiéndose encontrado este también descontextualizado; y omiten la no existencia de ajuar metálico como las fíbulas tipo Alexia, puntas de pilum y dardos para ballesta o jabalina. Y omiten como Morillo y Adroher[10] finaliza el párrafo donde habla de estos materiales-guía diciendo: “Por el contrario, el hallazgo de alguno de estos elementos aislados plantea problemas de identificación respecto al tipo de asentamiento del que proceden”. Y a continuación, en la misma página, hablando de las prospecciones arqueológicas superficiales (en nuestro caso es el relleno de un foso): “La aparición de un material concreto en un momento dado puede ser una particularidad y no indica necesariamente que estemos ante una presencia habitual en el yacimiento, al margen que en prospección de superficie se considera que la ausencia de una evidencia no indica que no existió en su momento”. En el relleno de la intervención de calle Postigos, a unos 5 metros de distancia, si se obtuvieron materiales con un amplio rango cronológico, no solo del siglo I a.C.

 Más adelante, en el mismo documento de Morillo y Adroher[11], vuelve a insistir en la precaución que hay que tener para la obtención de cronologías, ya que al no existir contexto no se pueden detectar intrusiones ni amortizaciones, y que algunas presencias de material residual pueden provocar una desviación de la atención cronológica hacia interpretaciones erróneas, convirtiendo presencias puntuales en verdaderas perduraciones en la ocupación, o dando cronologías más antiguas a elementos estructurales situados sobre la base de edificios no visibles de épocas anteriores.

 Y un poco más abajo (intentando no insistir demasiado y aconsejando al mismo tiempo la lectura del documento, el cual considero muy interesante, didáctico, y a tener en cuenta por cualquier persona implicada en estos temas) Morillo y Adroher[12] hablan sobre que no hay que volver al viejo tópico de “cronología de pieza=cronología del contexto”. Que es preciso contemplar los contextos en su conjunto, así como la sucesión estratigráfica del registro integral.

 Y es que en nuestro caso, en ninguna de las dos intervenciones se encontró una secuencia estratigráfica que nos acote temporalmente el foso, en la que poder apoyarse para concluir una cronología. El foso es excavado sobre el nivel geológico del terreno. El cegado del mismo es con rellenos de tierra, que contienen fragmentos de material disperso, los cuales es imposible conocer de donde proceden y cuando fueron utilizados para cegar el foso. En el tramo de foso de calle Postigos, donde parece haber una estratigrafía inversa[13], apareciendo lo más moderno en las capas inferiores, se puede quizás pensar que esa tierra procede de algún depósito que si tuvo un orden cronológico en su formación, y al ser vertido en el foso adquiere la cronología inversa. Pero es imposible datar la creación del foso, no lo hace Duran, el autor del informe de calle Postigos, y solo se puede afirmar que se cegó después del más moderno de sus materiales, en este caso el perteneciente al siglo X d.C., pero sin tampoco poder precisar más sobre la fecha de tapado.

 En calle Lobatas[14] tenemos un relleno del foso con fragmentos cerámicos que apuntan al siglo I a.C. y no encuentran en superficie nada más que se pueda datar hasta el siglo XVII, lo que ellos denominan un "hiato cronológico" en el que desaparece la edad media. Recordar que la moneda de Malaca y el glande cerámico aparecieron descontextualizados en distintas zonas de la parcela. Centrándonos en el relleno del foso: es imposible conocer el momento de creación del foso, Pudo haber ocurrido en cualquier fecha anterior al siglo XVII; y para la amortización, es imposible conocer donde se obtuvieron las tierras para el relleno y de donde provienen esos fragmentos cerámicos, y tan solo se puede afirmar que el cierre del foso se realizó posteriormente a la fecha de la pieza cerámica más moderna encontrada en él. Se produjo una intrusión parcial en la que solo apareció la cerámica correspondiente a una época[15], la del siglo I a.C. Fue una casualidad que faltara el material de las demás etapas históricas, que aunque de contener esos restos, hubiera evitado el error de datación, de igual forma que en la intervención de calle Postigos, tampoco se hubiera podido fechar. Es solo un relleno sin estratigrafía que lo acote, ni por debajo del foso, ya que fue excavado en el nivel geológico; ni por encima de él, debido a la destrucción de los niveles por actuaciones modernas. Imposible de datar con certeza, y pudo ser construido en cualquiera de las fechas anteriormente citadas, incluida la romana.

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[1] Esta posición de más débil defensa se ve claramente reflejada en el tamaño de las torres del castillo, teniendo estas al sur un ancho de 6 m y al norte 12 m, el doble. Y es que cualquier tipo de ataque por el norte pondría en peligro la población.
[2] Los que somos antiguos de aquí recordamos usar “el tubo” para cruzar La Barbacana, nombre antiguo o popular del actual arroyo de La Represa, y la peligrosa altura por la que se transitaba. Aun hoy en día, estando el arroyo embovedado, es apreciable el gran desnivel existente.
[3] (Requena, 2019)
[4] Analizaron 9 metros del foso, de los 16 m que afirman ocupaba en la parcela.
[5] El foso posee el mismo ángulo de orientación que las estructuras del cercano castillo. Estos datos pueden ser consultados en el artículo “Las Medidas del Castillo” (MORENO, 2022). El paralelismo de las dos estructuras apoya la hipótesis de que fue construido para la defensa del castillo.
[6] (Durán, 2021)
[7] Ibidem
[8] (Requena, 2019)
[9] (Morillo y Adroher, 2014, pág.: 32)
[10] Ibidem
[11] (Morillo y Adroher, 2014, pág.: 33)
[12] (Morillo y Adroher, 2014, pág.: 38)
[13] (Durán, 2021)
[14] (Requena, 2019)
[15] Algunas de las piezas encontradas en el relleno tienen un rango cronológico que supera el siglo I a.C. pudiendo pertenecer a fechas posteriores.
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LA TOPOGRAFÍA DEL SUPUESTO CAMPAMENTO TARDO-REPUBLICANO

 En el informe de calle Lobatas proponen que el foso pertenece a un campamento situado al norte del mismo. El cual serviría, según la hipótesis propuesta, para el asedio de la población existente en la Marbella tardo-republicana, la cual estaría situada al sur de la plaza de Los Naranjos.

 El problema del emplazamiento propuesto, según nuestra opinión, son los grandes desniveles existentes. Tan solo hay que pasear por las calles aledañas, para comprobar lo incómodo que sería, tanto la construcción del campamento, como la simple comunicación visual de un lado al otro del mismo.

 En 2022, durante el control de movimientos de tierras en el número 6 de la calle Aduar[16] realizado por la misma empresa que descubrió el foso en calle Lobatas, y concluyó sobre la existencia del campamento, identifican, de nuevo sobre el manto geológico, y de nuevo, según sus propias palabras, “con la secuencia decapitada” solo quedando por encima restos de la Edad Contemporánea, dos pequeñas estructuras de mampostería asociadas a material del siglo I a.C., las cuales, según sus conclusiones, formarían parte de un contubernio del mismo campamento tardo-republicano que nos ocupa.

 Intentemos describir el foso del supuesto campamento: comenzando de este a oeste, sabemos de la existencia del foso cruzando la calle Postigos; atraviesa la parcela anexa, calle Lobatas número 6, con un ángulo de 108 grados sobre el norte magnético; en el perfil de la misma parcela se descubría la continuidad sentido suroeste bajo la calle Lobatas; alargando una línea recta desde el sector de foso descubierto, con el ángulo descrito anteriormente, esta nos corta a la altura del número 4 de la calle Aduar[17], con una longitud total aproximada, desde calle Postigos de 135 m. Imaginando que esta fuera la longitud del foso al sur del campamento[18] y construyendo sendas torres de vigilancia en los extremos, para poder obtener una visual entre ellas (Fig.1) deberían tener estas una altura de al menos 4 metros, y aun así, solo les permitiría verse entre ellas, no les permitiría visualizar lo que ocurre a nivel de suelo en el otro lado del campamento. Lo cual hace, desde un punto de vista con lógica militar, un lugar no adecuado para la construcción de un campamento, más aún teniendo enormes llanuras a los lados de levante y poniente, e incluso en niveles más elevados situados al norte se pueden encontrar explanadas adecuadas, que les permitiría una perfecta comunicación entre todo el campamento y por lo tanto una rápida actuación ante cualquier posible problema..



(Fig. 1).- En verde los tramos de foso descubiertos al norte del castillo. La línea roja gruesa sobre el callejero nos indica la continuación del foso con el mismo ángulo de orientación que el conocido. En su trazado más occidental cruzaría por el número 4 de calle Aduar. Abajo, en el perfil, la línea roja nos indica el desnivel aproximado existente entre los dos extremos, la azul representa la línea visual entre las torres, esta nos indica como las torres deberían tener al menos 4 metros de altura para obtener una visual entre ellas, y aun así, no sería posible ver nada de lo que ocurre al otro lado del supuesto campamento, ni aun subido en ellas.


 Según indican en el informe del control arqueológico de la parcela anexa[19] en la intervención realizada por Arqueosur, S.L. en el número 4 de calle Aduar, parcela que debió supuestamente atravesar el foso en su extremo occidental, no encontraron indicio alguno ni del campamento, ni del foso. El informe está actualmente inédito en el repositorio de la Tabula, y habrá que estar pendiente para confirmar esos datos.


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[16] (Tomassetti, 2022)
[17] El número 6 de calle Aduar queda justo al norte del número 4 donde nos atravesaría el foso en su continuidad suroeste.
[18] De tener mayor longitud y sobrepasar al este la calle Postigos, y al oeste la calle Aduar, habría tanta diferencia de nivel entre los extremos, que sería imposible realizar la obtención de una visual salvo con torres de altura desmesurada.
[19] (Tomassetti, 2022)
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EL FOSO EN LOS PLANOS DEL ARCHIVO DE SIMANCAS, SIGLO XVIII

 Y es que posiblemente el trazado del foso no fuera recto, ni perteneció a un campamento de asedio tardo-republicano como el descrito en el apartado anterior. En los planos de la ciudad de Marbella realizados en el siglo XVIII (Figs. 2 y 3) donde muestran las defensas existentes; los proyectos para reedificar el castillo; y la construcción de la batería en la playa (el fuerte de San Luis); siendo un foso como es, un elemento importante de defensa, está también representado, con un trazado que recorre el norte del castillo y de la ciudad.



(Fig. 2) Plano de la ciudad de Marbella del siglo XVIII. En amarillo las zonas proyectadas para construir o reformar.



(Fig. 3) Aunque la base (murallas, edificaciones y accidentes geográficos) son los mismos que el plano anterior, en este caso está dibujado de forma más "artística". El plano fue remitido el 19 de Julio 1736, archivado en el legajo de la Costa de Granada de 1737, sellado por el Archivo General de Simancas.


 En el detalle del primero de los planos (Fig. 4) vemos como la línea que representa el foso, arranca por el noreste sin llegar a proteger el frente de la torre del Homenaje, cortado en ese punto por la representación de una edificación. La actual calle Postigos, en la que sí se descubrió actualmente el foso, finaliza perpendicularmente a dicha torre, por lo que es posible que en el siglo XVIII estuviera cubierto ese tramo; continúa cubriendo el frente de la torre del Puente Levadizo con el mismo ángulo de orientación que el castillo. Tuvo que existir con toda probabilidad un puente levadizo sobre el foso en ese punto, el cual le dio nombre a la torre; tras dejar la torre, continúa paralelo a las murallas de la ciudad, discurriendo por lo que es actualmente la calle Chorrón; hasta llegar a un puente claramente construido para sobrepasar el foso (se detiene el trazado indicando que pasa bajo él) a la altura de la puerta de Ronda. Curiosamente la plaza que ocupa actualmente la ubicación de la puerta no se llama plaza Puerta de Ronda, si no, plaza Puente de Ronda, haciendo una clara referencia a ese puente que cruzaba el foso; tras pasar el revellín de la puerta cruza por lo que pudiera ser una plataforma o saliente de una vivienda, para llegar con un trazado sinuoso hasta una línea (puede que un muro) que separa la zona urbanizada del barrio alto, de la zona rústica. Aunque parece que la línea continuó tras esa separación, y fue borrada del plano, solo quedando la impronta. Y es que en ese punto, como veremos también en el siguiente, parece que quienes realizaron el plano no supieron definirlo correctamente.



(Fig. 4) Ampliación del foso representado en el primer plano, con indicaciones de los nombres utilizados en la descripción anterior.


 En el segundo plano (Fig. 5) vemos como esta vez la representación del foso es con doble línea (más gruesa la meridional). La doble línea puede llevar a ser confundida con un camino, aunque en este caso, se ve claramente cómo interrumpe su trazo al pasar bajo el puente de Ronda y también bajo la plataforma rectangular posterior. Y es, en el punto de finalización occidental, al traspasar la línea/muro que parece separar la zona urbanizada de la rústica, donde no se sabe bien si se une al cauce del río Huelo, o se confunde y pasa a ser un camino más de la zona occidental de la muralla. En cualquier caso esa zona ya estaría protegida por el cauce del río Huelo y el foso queda perfectamente representado al norte de la ciudad, del cual no queda dudas en la representación del plano anterior con una sola línea, y por como pasa también en este segundo plano, por debajo de las estructuras a mediados de su recorrido.



(Fig. 5) Captura perteneciente al segundo plano. El foso se representa con doble línea siguiendo el mismo trazado que en el anterior. Al oeste no parecen saber resolver o confunden la finalización del foso, con caminos o con el mismo cauce del río Huelo. Ni tan siquiera el río Huelo, que fluía por esa zona, queda bien representado. Siendo de todas formas la parte confusa la parte final, en la unión al río, quedando perfectamente representado en todo su trazado anterior por el norte de la ciudad.


CONCLUSIONES

 Es muy posible, que el foso representado en los planos del siglo XVIII, fuera el mismo que el encontrado en las recientes intervenciones arqueológicas. De ser así, el tramo de foso encontrado en la parcela de calle Lobatas número 6, siguió funcionando hasta al menos el XVIII, no siendo amortizado en la fecha que proponen en el informe del descubrimiento, en la que solo encontraron, en la tierra que lo cegó, restos cerámicos y constructivos del siglo I a.C. Sin embargo, según la representación de estos planos, no parece estar abierto en la calle Postigos para el XVIII, quedando frente la torre del Homenaje algún tipo de edificación que corta el trazado del foso, y si quizás pudo este ser amortizado para la edad media, como indica el autor del informe, aunque tampoco se puede ser certero con la fecha. Y es que, como venimos expresando en este artículo, no se puede datar con certeza, teniendo en cuenta solo la estratigrafía de un relleno antrópico, sin otra que lo sustente por arriba ni debajo de ella. Y es lo que ocurre en estos dos casos: el foso es excavado sobre el nivel geológico; y por encima de él se produce un descabezamiento cronológico. Lo cual impide poder ser datado.

 El foso pudo ser romano, y también pertenecer al resto de etapas históricas representadas por el material cerámico encontrado, o incluso a fechas anteriores a la tardo-republicana[20]. Es imposible determinar con esos datos en cual se construyó. Y tan solo se puede afirmar que fue cegado no antes de la cerámica más moderna encontrada en el.



(Fig. 6) Imagen del foso en “V” excavado en 2020 en Cabezo Pequeño del Estaño. Imagen obtenida del Facebook de Proyecto Modular: Arquitectura fenicio-púnica.

 Pensamos que el foso tuvo una utilidad defensiva para el norte de la ciudad y el castillo, y en ningún caso fue de un campamento tardo-republicano de asedio. El ángulo de orientación descrito por los descubridores, 108 grados sobre el norte magnético, coincide exactamente con el ángulo de orientación del castillo, estando situado apenas a 15 o 20 metros de sus murallas, y coincide, con el ángulo de orientación del foso representado en los planos de XVIII, frente a la torre del Puente Levadizo. La representación de este foso continúa serpenteando con formas curvas, mientras que un foso de un campamento romano mantiene una firme línea recta, tal y como la que dibujamos en el ejemplo del perfil topográfico, con el que pudimos comprobar, que la topografía del terreno no es la adecuada para una implantación militar, debido a que aproximadamente la mitad del campamento seria invisible para la otra mitad, dificultando la comunicación visual y por tanto una respuesta de defensa rápida.

 Para finalizar, encuentro muy positivo, además de obviamente el descubrimiento del foso, la aparición de numerosos restos cerámicos datados en un gran segmento cronológico que nos lleva desde el siglo I a.C., hasta el siglo X d.C. ininterrumpidamente, en el entorno del castillo, lo cual nos indica un poblamiento constante en la zona desde la antigüedad, aunque todavía no se pueda definir exactamente de qué tipo fue.

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[20] Los fosos en “V” son abundantes y conocidos para épocas fenicias y púnicas, por citar algunos: cerca de Málaga en Toscanos-Alarcón apareció un gran foso en “V” tallado en la roca (Prados y Blanquez, 2007, pág.: 62); en Cabezo Pequeño del Estaño, en Guardamar del Segura, en 2020 se excavaron dos fosos en “V” (https://web.ua.es/en/modular2/cabezo-pequeno-del-estano.html); o en el Castillo de Doña Blanca, en el Puerto de Santa María – Cádiz, donde de nuevo un gran foso en “V” defiende las murallas de la ciudad fenicia.
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BIBLIOGRAFIA

* DURÁN PODADERA, Lucio (2021): Actividad Arqueológica Preventiva: Control de Movimientos de Tierras en Proyecto de Mejora de Infraestructuras y Pavimentaciones en calle Postigos. Marbella (Málaga).

* MORENO FERNÁNDEZ, Daniel (2022): “Las Medidas del Castillo”. Revista Cilniana 30/31, 2021-2022: 59-80

* MORILLO CERDÁN, A.; ADROHER AUROUX, A. M. (2014): “El patrón arqueológico de carácter material: un criterio imprescindible de identificación de recintos militares romano-republicanos”. Atas do Congresso Conquista e Romanizaçao do Vale do Tejo. CIRA Arqueología, 3: 25-43.

* PRADOS MARTÍNEZ, Fernando; BLANQUEZ PÉREZ, Juan José (2007): “Las fortificaciones Coloniales de la Península Ibérica: de Los Modelos Orientales a Los Sistemas Púnico-Helenísticos”. Paisajes Fortificados de la Edad del Hierro – Las Murallas Protohistóricas de la Meseta y la Vertiente Atlántica en su Contexto Europeo. Actas del coloquio celebrado en la Casa de Velázquez (Octubre de 2006). Págs. 57-74

* REQUENA CUETO, Miguel; TOMASSETTI GUERRA, José María; ARQUEOTECTURA, Estudios de Patrimonio Arqueológico, S.L. (2019): Evidencias de un Campamento Militar Romano Tardorrepublicano Bajo Restos de las Edades Moderna y Contemporánea en calle Lobatas, 6 de Marbella (Málaga).

* TOMASSETTI GUERRA, José María; LEÓN MARTÍN, César Augusto; ARQUEOTECTURA, Estudios de Patrimonio Arqueológico, S.L. (2022): Un Contubernio del Campamento Tardorrepublicano de Marbella (Málaga), localizado durante Control de Movimiento de Tierras en calle Aduar, 6.

06/09/23

LA CERCA DE LA CIUDAD DE MARBELLA - ESTUDIO GRÁFICO



Esta publicación está basada en el artículo publicado
en la revista Cilniana 26/27 - 2014/2017, págs. 81-94 
"Estudio gráfico de la cerca de la ciudad de Marbella"
Daniel Moreno - Octubre 2017
Marbellí

Resumen: Utilizando los datos y restos conocidos; imágenes antiguas; y los planos del archivo de Simancas de la ciudad de Marbella amurallada en el siglo XVIII, proponemos un trazado de la cerca sobre el callejero actual que nos ha permitido calcular la superficie de la ciudad y la longitud de su perímetro. Con descripciones de las puertas y torres que la formaban.

Palabras clave: Cerca, murallas de la ciudad de Marbella, puertas, torres, superficie, perímetro.

Abstrac: Using the data and known remains; old pictures; and the plans of the Simancas archive of the city of Marbella walled in the eighteenth century, we propose a drawing of the fence over the current street that has allowed us to calculate the surface of the city and the length of its perimeter. With descriptions of the gates and towers that formed it.

Keywords: Fence, city walls of Marbella, gates, towers, surface, perimeter.


INDICE

1.- INTRODUCCION

2.- DESCRIPCION POR ZONAS

2.1.- ZONA NORTE

2.2.- ZONA OESTE

2.3.- ZONA SUR

2.4.- ZONA ESTE

3.- PLANIMETRIA E IMAGENES 3D

4.- BIBLIOGRAFIA


LA CERCA DE LA CIUDAD DE MARBELLA - ESTUDIO GRÁFICO

1.- INTRODUCCIÓN

 Las murallas de la ciudad han tenido un papel fundamental en la composición, forma y crecimiento del urbanismo de Marbella durante siglos. Constreñida y adquiriendo la forma obligada por el trazado de los arroyos que la rodean, el rio Huelo y el arroyo de la Represa, la ciudad intramuros ha permanecido casi inalterada hasta principios del siglo pasado, con prácticamente solo dos áreas de crecimiento, elevándose al norte por la loma, y al este una vez cruzado el arroyo de la Represa. Y tan solo hasta hace unas décadas, cuando el crecimiento económico y demográfico explotó y lo exigió, se expandió en todas direcciones rompiendo el perímetro que durante tantos siglos le dio forma, el de la cerca de la ciudad.

 La principal y posiblemente única función, aunque imprescindible, de las murallas de la ciudad, la protección del recinto que rodea ante ataques inesperados, en una ciudad costera del oeste Mediterráneo, hizo que fuera mantenida y reparada por la población al menos tanto tiempo como el peligro de incursiones, ataques, o intentos de asalto existieron. O lo que es lo mismo, con casi toda seguridad existió desde que Marbella contuvo una población que exigiera esa protección. ¿Desde su origen?, es posible, aunque todavía no está claro cuál fue el origen, ni la importancia del mismo. Los dos fosos naturales creados por los dos ríos que la rodean, con casi toda seguridad fueron aprovechados desde tiempos de la antigüedad, y aunque posiblemente no fuera el mismo cerramiento que conocemos actualmente, la forma de la zona intramuros fue prácticamente la misma desde tiempos remotos.

 Pero este documento no trata de encontrar el origen histórico de la cerca. Es un estudio grafico y descriptivo de lo que conocemos de ella, y de su posible trazado en las zonas en la que no existen indicios fisicos.

 Al-Himyari hace una curiosa descripción de la ciudad de Marbella. "Es una ciudad pequeña, rodeada por un cinturón de construcción antigua. Constituye una solida fortaleza difícil de levantar"[1]. Es sabido que en la etapa del islam cuando se referían a "obra o construcción antigua" se referían a obras previas a su llegada, normalmente romanas. En cualquier caso en el siglo XV ya le pareció la muralla de la ciudad una obra antigua.

Otra referencia a la cerca de la ciudad como antigua la encontramos en el siglo XVI. "Un pueblo de setecientos vecinos, cercado a la antigua, torreado. Está la cerca de la manera que es bien reparada. …"[2].

Y existe un error arrastrado bibliográficamente sobre la descripción de la cerca. En el Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de España y sus posesiones de Ultramar (1845-1850), de Pascual Madoz, tomo XI, pág.. 212, se copia literalmente el texto de la descripción de los cimientos de las viviendas situadas al este de la plaza de los Naranjos que hace Vázquez Clavel en su libro Conjeturas de Marbella. Y de él, en el plan director del castillo de Marbella realizado por la empresa Yamur en 2010, pág.. 80, se da como descripción de la cerca el siguiente texto también extraído literalmente de la misma obra de Vázquez Clavel, citando al mismo Diccionario Geográfico pero la edición de 1986 de Domingo Sánchez Zurro, "derretido o argamasa de cal, arena gruesa y piedras de diferentes tamaños, tan duro y compacto que no le excede en solidez el mismo jaspe", e indican, en el plan director, como realizada la cerca con tapial. Si bien es cierto que existen tramos de muralla y algunas torres construidas con esta técnica, hay otros tantos realizados con mampostería. Y el anterior texto de la descripción de los cimientos de las viviendas de Vázquez Clavel se ve claramente que no se refiere ni a la cerca, ni a la técnica de tapial, sino que se refiere a los cimientos de la plaza de los Naranjos y con toda probabilidad a una construcción con opus signinum.

Como soporte grafico de la forma de la cerca tenemos los planos de 1737 del Archivo General de Simancas (fig.1) dibujados para la construcción del fuerte de San Luis y el reforzamiento y restauración de las murallas del castillo de Marbella. Estos planos, aunque fundamentales, como veremos más adelante, contienen numerosos errores tanto en las medidas como en los ángulos de las diferentes partes representadas, pero nos servirá junto a una imagen aérea del primer vuelo realizado por el Army Map Service de EEUU en 1945-1946; el callejero actual; los restos que actualmente se conservan y son visibles; y algunas imágenes antiguas donde se ven restos hoy en día destruidos; para poder dibujar un trazado a escala bastante aproximado y fiable de la cerca de la ciudad, y calcular la superficie que ocupaba, y la longitud de su perímetro.

(fig. 1)

 Para la descripción he optado por dividir el amurallamiento en cuatro zonas, y comenzando en la zona norte el resto serán mencionadas tomando el sentido contrario de las agujas del reloj:

- Zona norte: El tramo correspondiente entre la torre del Puente Levadizo del castillo hasta la torre del Abad Chupado.

- Zona oeste: Entre la torre del Abad Chupado y la torre del Fixo.

- Zona sur: Entre la torre del Fixo y la torre Nueva.

- Zona este: Entre la torre Nueva y la Puerta de Santa Catalina.

(fig.2) Croquis de la Marbella amurallada. Los nombres de las estructuras conocidas representados en la imagen anterior, y las referencias históricas que se conocen de ellas, las pueden encontrar en el libro de Fco. Javier Moreno, "El centro histórico de Marbella: Arquitectura y Urbanismo" (2004).



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[1] (Al-Himyari, Kitab al-Rawd al-Mitar, Pilar Maestro González (trad.), Valencia, 1963, pág. 217. Cita obtenida del Plan Director del castillo de Marbella).
[2] (Archivo General de Simancas, Mar y Tierra, Costa de Granada, Leg. 165. Cita obtenida del Plan Director del Castillo de Marbella).

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2.-DESCRIPCION POR ZONAS

2.1.-ZONA NORTE


 Este tramo que parte retranqueado unos cinco metros de la cara norte de la torre del Puente Levadizo, con una dirección suroeste que se acentúa aún más a partir de la torre de Afuera, contiene las siguientes estructuras: a unos 30 m una pequeña torre con su punta redondeada y sin nombre conocido; la puerta de Ronda; la torre de Afuera; y para finalizar la torre del Abad Chupado. Transcurriendo su cara norte por las calles: Solano, con viviendas adosadas por lo que no es visible desde esta; plaza Puente Ronda donde posiblemente estuviera situada la puerta del mismo nombre aunque no queda clara su configuración ni parece quedar vestigio alguno; y por la calle Peral, embutida entre viviendas pero desde donde si es visible un pequeño tramo de unos tres metros de la parte alta de un tramo de mayor longitud, que a su vez es visible desde un patio interior de dichas viviendas, este tramo visible está construido con tapial. El alzado sur de la cerca transcurre y es visible en calle Remedios ya que se corresponde a las fachadas de las viviendas, las cuales se apoyaron en ella, y abrieron huecos para puertas y ventanas; y por calle Caballeros, paralela de la calle Peral, y como decíamos antes, embutida entre las viviendas que separan estas dos calles.

 La muralla que transcurre por calle Remedios, (además de porque es visible), y la pequeña torre redondeada, se han podido documentar bien gracias a la intervención realizada en 2016 por la empresa Arqueosur, S.L., en el nº 6 de calle Remedios[3], en la cual participé como dibujante de campo. En esta intervención, tras las catas realizadas en los muros de la vivienda, pudimos constatar la existencia de la torre y de la cerca. La primera, construida con un potente relleno realizado con piedras de diferentes tamaños aglutinadas por un durísimo mortero, y en su parte vista presentaba piedras de gran tamaño con una cara lisa al exterior, dándole un gran aspecto de robustez, con una forma rectangular en planta finalizada en su parte más septentrional en una punta redondeada. Las medidas, aunque solo estaba visible algo más de la mitad de dicha torre al perderse la otra mitad en la vivienda anexa, son de aproximadamente 2.5 m x 2.5 m, y una altura visible aproximada de 9.5 m en la fachada de calle Remedios (planta baja, entreplanta, y dos plantas más), altura algo menor desde calle Solano debido al desnivel existente de 1.5 m entre las dos calles.

 La cerca, que arranca hacia el oeste con sus piezas trabadas a la torre, en su inicio, apenas 95 cm, también estaba formada por piedras de gran tamaño con su cara plana hacia el exterior, y a partir de esa distancia lo que pudimos constatar es una construcción de mampostería más o menos regular, con piedras de pequeño tamaño. Las medidas aproximadas de la cerca son de un ancho de 1.1 m, y llegaba hasta una altura de 7 m, posiblemente recortada para la realización de una pequeña terraza en la segunda planta de la vivienda, y esta tendría originalmente la misma altura que la torre.


(fig. 3) Imagen obtenida desde la terraza del Restaurante Eladio en la que se puede ver en un roto del enfoscado la mampostería irregular que formaba ese tramo de muro.


(fig. 4) Fachada de calle Remedios perteneciente a la cerca.


 La siguiente estructura que encontramos es la puerta de Ronda, sin ningún indicio o resto conocido que nos permita situarla exactamente, aunque con toda probabilidad estaría en lo que hoy es la plaza Puente de Ronda, quizás la explicación de que no exista ningún resto hoy en día esté en la descripción realizada de esta zona por Pascual Madoz[4] : "... el ultimo torreón que ocupa el extremo del noroeste (se refiere a la torre del Puente Levadizo) se da la mano con la muralla que continúa a buscar la puerta de Ronda, donde fue cortada para el tránsito de la calle Ancha; …". Por lo que posiblemente, desde al menos antes de 1848 quedaba ya poco de ella, o nada. Esta puerta, según la planimetría de 1737 del Archivo General de Simancas (fig. 1), posiblemente tendría un acceso en L, con dos cierres situados al inicio y al final de la misma.

 El texto de Pascual Madoz continua con la siguiente descripción: " ….; pero vuelve a notarse hacia el oeste en la extensión de 200 varas, conservando un torreón en medio, de los más sólidos y fuertes.". El torreón al que se refiere es sin duda la llamada torre de Afuera la cual sería visible todavía en esa época. Y con la calificación que hace "de los más sólidos y fuertes", es posible que no estuviera construida con tapial, sino con algún tipo de mampostería o sillería.

 La situación de esta torre parece verse claramente en la foto aérea de 1946 (fig. 5). Y muy posiblemente, entre los números 9 y 11 de calle Peral, todavía se conserven restos de dicha torre. Según los planos del XVIII tiene base cuadrada, con unas medidas aproximadas de 8 metros de largo por 6 metros de ancho.

(fig. 5) Vuelo americano de 1946, marcada con elipse roja la llamada torre de Afuera.


 Y un poco antes del torreón, tenemos el mayor y más claro tramo visible de la cerca. Este paramento, construido con tapial, se puede observar con un largo de aproximadamente 10 metros, desde un patio interior de la vivienda nº 14 de calle Caballeros. Conserva un estrecho paso de ronda, y sobre él unos 3 metros del paramento de protección de dicho paso. Esta zona más alta es también visible, parcialmente, desde la calle Peral, en concreto sobre el nº 5 de esta calle que aprovecha el muro de tapial para apoyar su parte trasera. Calculo una altura estimada de unos 9 metros, similar a la de calle Remedios.


(fig. 6) Sobre el callejero. En rojo situación del tramo visible embutido entre viviendas de las calles Peral y Caballeros, y en azul posible ubicación de la torre de Afuera.


(fig.7) Imagen del paramento de protección del paso de ronda visto desde el sur.


(fig. 8) Vista de las partes más altas desde la calle Peral.


 Después de la torre de Afuera tenemos un tramo que transcurre oculto entre las viviendas. Tal y como ocurre en prácticamente la totalidad de muros de la cerca, las viviendas construidas los usan como pared de apoyo, creciendo estas a partir de ella. En una reforma de un comercio situado en la calle Peral, se pudo tomar una foto en la que se puede constatar que todavía permanecen partes de dicha cerca. Al estar cubierta por un enfoscado, es difícil establecer si fue construida con mampostería o tapial.

(fig. 9) Imagen de la pared trasera de un comercio situado en la calle Peral.


 En una fotografía del archivo de J. Miguel Lima Alba (fig. 10) se aprecia bien como permanecía la cerca casi intacta en la trasera de las viviendas, y posiblemente la base de la torre del Abad Chupado fue usada para la construcción de otra de ellas.

(fig. 10) En el centro de la elipse roja, adosada la pared blanca, se percibe un tramo de la cerca. Imagen de J. Miguel Lima Alba.


(fig. 11) Recreación 3D. A la izquierda con el "1" la torre del Puente Levadizo del castillo, le sigue hacia la derecha con el "2" la torrecita de punta redondeada y con el "3" la puerta de Ronda.


(fig. 12) Vista desde la loma del desaparecido mercado municipal de pescado. Con el "1" la torrecita redonda, con el "2" la puerta de Ronda, en el "3" la torre de Afuera, y el "4" la torre del Abad Chupado.



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[3] (NUÑEZ, 2015)
[4] (MADOZ, 1848, pág. 212)

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2.2.-ZONA OESTE

 El trazado de este tramo es desconocido. Siempre se ha pensado que el recorrido era coincidente con el de la calle Huerta Chica. Pero se han realizado dos intervenciones arqueológicas en la zona, y las dos con resultado negativo. La primera fue la I.A.U. en la plaza de la Victoria realizada por Arqueosur Málaga, S.C.[5], en la cual realizaron trincheras cercanas y paralelas a la calle Huerta Chica. Y la segunda, mucho más reciente fue la vigilancia realizada por Joaquín Aragón a principios de 2017[6], en el transcurso de la obra de construcción del nuevo embovedado del rio Huelo, en la que se levantó toda la calle Huerta Chica sin encontrar ni rastro de la cerca.

 El porqué de esta inexistencia se puede deber a dos factores. Uno que este tramo hubiera sido destruido hasta sus cimientos no dejando el mas mínimo indicio. O, como veremos, posiblemente el recorrido de la cerca de esta zona transcurriera unos metros más al este de donde se pensaba.

 En la siguiente fotografía de Joe J. Heydecker de 1959 (fig. 13) se puede ver lo que podría ser la base y por lo tanto la situación de la torre del Abad Chupado, y también, como unido a ella todavía permanece el tramo de cerca que unía dicha torre con la de Afuera.

(fig. 13)


 Actualmente ese edificio se extiende hacia el sur con una terminación redondeada. Por lo que la situación exacta de la torre no debe estar en la punta del edificio actual, sino un poco más hacia el norte. Lo que hace que el trazado de la cerca que corre paralelo a Huerta Chica sea más oriental de lo que se pensaba.

(fig. 14)


 Según nos muestran los planos del XVIII, la torre del Abad Chupado tiene una base con una forma poco habitual. Mantendría ángulos rectos en las esquinas suroeste y noroeste, pero el lado que interseca con el siguiente paramento de la cerca lo hace perpendicular a él, formando un ángulo en la esquina noreste de aproximadamente 135 grados. Las medidas aproximadas de las caras vistas de esta torre son de 2.5 metros (cara sur), 8.5 metros (cara oeste), 6.2 metros (cara norte), y 2.5 metros (cara noreste).

 En la siguiente imagen de J. Miguel Lima Alba (fig. 15) se ve lo que posiblemente es otro resto parcial de la cerca que pasa por detrás de las viviendas de la calle Huerta Chica, a entre 6 - 8 metros más al este. Lo cual justificaría que no se hubiera encontrado en ninguna de las dos intervenciones arqueológicas realizadas.

(fig. 15) Por detrás de la cumbrera del tejado, marcado con elipse roja, se puede ver un posible tramo de la cerca.


 De la torre llamada del Tiro, situada según los planos del siglo XVIII centrada en el paramento oeste de la cerca, no queda nada con lo que poder situarla, salvo eso, que estaba aproximadamente en el punto medio de las murallas. De base cuadrada con unas medidas en las caras vistas de 4 m x 4 m x 4 m.

 La siguiente estructura es la torre del Fixo, situada en la esquina más suroeste del recinto. De ella tampoco he podido encontrar ninguna imagen clara para su situación. Aunque en la siguiente imagen (fig. 16) se puede apreciar lo que posiblemente quedaba de la esquina trasera de la torre, desde donde arrancaba el paramento de la zona sur de la cerca. Esta parece construida con tapial, distinguiéndose bastante bien las líneas de las diferentes tongadas de material.

 La forma de la base que nos aportan los planos del XVIII es aun más irregular que la de la torre del Abad Chupado. La base casi romboidal tendría unas medidas aproximadas en sus lados de 2.5 m (norte) x 6.5 m (oeste) x 9 m ( sur) x 2.5 m (este).

(fig. 16) A la izquierda, marcada con elipse roja, posibles restos de la torre del Fixo, al suroeste de la ciudad.


(fig. 17) En la imagen aérea parece verse la posible situación de la torre del Fixo. Marcada con elipse roja.


 El rio Huelo debía pasar cercano y paralelo a estos paramentos de la zona oeste de la cerca, y en algún momento anterior, tener la función de foso. Sin embargo, en los planos del XVIII no está representado en esa zona en la que si dibujan huertas, y repentinamente aparece al sur de la torre del Fixo. Es muy probable que el rio fuera desviado para el riego de dichas huertas y el excedente siguiera su recorrido con dirección sureste.

(fig. 18) En primer plano y de izquierda a derecha, la torre del Abad Chupado, la torre del Tiro, y la torre del Fixo.


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[5] (ARQUEOSUR, 1993)
[6] No encuentro el informe de la intervención, supongo que todavía inédito. Pero visité en varias ocasiones al director de la intervención y el lugar de las obras, y a lo largo de toda la calle no apareció ni rastro de la muralla.

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2.3.- ZONA SUR

 La zona sur es la comprendida entre la torre del Fixo y la torre Nueva. En esta zona las otras estructuras con nombre conocido son la puerta de la Mar, y la torre de la Vela. Entre la torre del Fixo y la puerta de la Mar existían según los planos del XVIII cinco torres aproximadamente equidistantes de las que no queda indicio alguno. Tan solo tenemos el que nos proporciona la foto aérea donde parece verse cuál pudo ser su trazado de los paramentos (fig. 20). Este transcurriría por la fachada sur de lo que hoy son las calles Fortaleza y Padre Francisco Echamendi (antigua calle Alameda), hasta llegar al entorno de la plaza José Palomo y calle Enrique del Castillo donde estaría configurada la puerta de la Mar.

(fig. 19) A la izquierda la torre del Fixo, continúan hacia la derecha cinco torrecitas, hasta llegar a la puerta del Mar.


(fig. 20) En rojo trazado sugerido de este tramo de la cerca sobre la imagen aérea.


 Pascual Madoz[7] hace una pequeña descripción de la puerta de la Mar, la torre de la Vela, y del tramo que parte hacia la torre Nueva: "Últimamente, saliendo de la población por la puerta antigua del Mar, se halla una muralla con un torreón al extremo, donde por mucho tiempo se conservó la campana de la Vela; desde este sigue la muralla casi destruida que sirve de espalda a la carnicería, al frente de la cual se ha construido una casa-teatro.". No aporta demasiados datos, por lo que lo único que tenemos son la representación de los planos del XVIII y la foto aérea para intentar situar esas estructuras.

 La puerta de la Mar según la representación de los planos del archivo de Simancas (fig. 21) tendría dos accesos, uno frontal y otro en el lateral oeste. Con posiblemente tres cierres, los dos anteriores más uno para la entrada final a la ciudad. La entrada lateral oeste junto los muros dibujados en el exterior de la puerta, parecen tener el objetivo de dirigir y regular el paso de personas y mercancías a la ciudad a través de esta. La puerta frontal permanecería normalmente cerrada y se obligaría el paso con recodos por el oeste. Pudiendo así realizar un control de personas y mercancías más seguro y ordenado.

(fig. 21) La puerta de la Mar según los planos del archivo de Simancas.


 Entre la torre de la Vela y la torre Nueva tenemos según los planos del XVIII dos torres a una distancia aproximadamente equidistante entre ellas. Este tramo, aunque con ciertas dudas, transcurría por las siguientes actuales calles: fachada norte de calle Tetuán (aunque es posible que su recorrido fuera retranqueado más al norte y no coincidiera con la fachada de la actual calle); plaza Practicante Manuel Cantos; y fachada sur de calle Muro hasta llegar a la plaza Ejido donde estaría situada la torre Nueva, y de ella partirían hacia el noreste los paramentos de la zona este de la cerca.

 La torre de la Vela con base cuadrada tendría unas medidas de 2 m (cara norte) x 6 m (oeste) x 6 m (sur) x 4 m (este). Y la torre Nueva 4 m (oeste) x 9 m ( sur) x 8 m (este).

 De la torre Nueva y del paño que parte al oeste si tenemos una importante documentación grafica que nos permite conocer como estaban construidas. En este caso, como podemos ver en las siguientes imágenes, la torre Nueva estaba construida con tapial, mientras que el tramo de la cerca que parte hacia el oeste estaba construido con una mampostería de tamaño pequeño y muy regular.

 Estas diferencias en las técnicas constructivas empleadas nos puede indicar que estamos ante diferentes fechas constructivas, posiblemente debido a reparaciones o reforzamientos. Y en este caso, por el nombre de la torre "Nueva", es probable que las construcciones con tapial sean más modernas que las de mampostería.


(fig. 22) La torre Nueva construida de tapial y la cerca parcialmente destruida construida con mampostería.


(fig. 23) Imagen del archivo de Pedro Antonio. He aclarado la imagen para poder distinguir mejor las estructuras.


(fig. 24) Imagen del archivo Temboury. La torre Nueva y la cerca no se distinguen bien, y en el momento de la foto las estructuras que partían hacia el noreste de la ciudad estaban completamente destruidas. Ese era el punto de encuentro entre el río Huelo y el arroyo de la Represa.


 El perímetro exterior de toda la zona sur estaba protegida por el foso natural proporcionado por el rio Huelo, el cual se cruzaba para poder entrar a la ciudad por la puerta de la Mar gracias a un puente.

(fig. 25) En el centro, el puente y la puerta de la Mar.


(fig. 26) Imagen con trazado propuesto de la cerca en rojo, sobre fotografía aérea. En azul el cauce del rio Huelo y de la Represa.


(fig. 27) A la izquierda la puerta de la Mar, le sigue la torre de la Vela más las dos torres aproximadamente equidistantes, para finalizar en el extremo derecho con la torre Nueva.

 

(fig. 28) Vista desde el sureste de la zona sur de la cerca.



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[7] (MADOZ, 1848, pág. 213)

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2.4.- ZONA ESTE

 La zona este es la comprendida entre la torre Nueva y la puerta de Santa Catalina. Aproximadamente a mitad del recorrido estaría situada la puerta de Málaga, y el puente con el mismo nombre por el que se cruzaba el arroyo de la Represa. La situación de esta puerta era en la actual plaza Puente Málaga. Existían también dos torres de nombre desconocido en los puntos medios de las dos murallas que cerraban el este de la ciudad.

 De la primera torre, la situada entre la torre Nueva y la puerta de Málaga no he encontrado ninguna referencia grafica salvo una posible situación de su base visible en la fotografía aérea (fig. 29). La distancia de esta torre con la torre Nueva y la puerta de Málaga, que aparece representada en los planos del XVIII (fig.30) también seria coincidente con la ubicación sugerida en la imagen aérea.

 

(fig. 29) Posible ubicación de la torre situada entre la torre Nueva y la puerta de Málaga en la imagen aérea.


(fig. 30) Aunque tapada por las letras se distingue como la distancia de esta torre con la torre Nueva y puerta de Málaga coincide con la posible ubicación en la foto aérea.


 Este tramo al que nos referimos, el que va desde la torre Nueva hasta la puerta de Málaga posiblemente discurría por la fachada este de la actual calle Muro hasta llegar a la plaza Puente Málaga.

 La puerta de Málaga tendría un acceso en L por el interior de una torre de base cuadrada, con unas medidas aproximadas en sus caras externas de 6 m (sur) x 7 m (este) x 5 m (norte).

 De la puerta de Málaga tampoco queda ningún resto visible, ni tampoco del puente que fue ocultado por el embovedado del arroyo de la Represa, aunque si se conoce la ubicación de este último. Gráficamente existen fotos del puente reconstruido, no el original, ya que fue volado a principios del siglo XIX. Y ya reconstruido al menos en 1848. Según la descripción de Pascual Madoz hablando de los ríos y arroyos de la ciudad[8] : "...; el arroyo de la Represa que solo corre en invierno, habiendo sobre él un hermoso puente de un solo ojo que llaman de Málaga;...".

 En la siguiente imagen del archivo de Pedro Antonio (fig. 31) no solo podemos apreciar el puente en primer plano, sino que además, al fondo podemos ver parte del siguiente tramo de cerca y de la siguiente torre de nombre desconocido que aun estaban en pie.

(fig. 31) El puente Málaga de un solo ojo, y marcado con un círculo rojo lo que quedaba de la cerca y la torre de nombre desconocido.


 Ese último tramo de cerca y la torre también se ven claramente en la siguiente imagen (fig. 32) cuyo origen desconozco. En ella vemos de nuevo un gran tramo de muralla construida con mampostería muy regular tanto en su tamaño como en las hiladas, y la torre, que parece al igual que la torre Nueva construida con la técnica del tapial.


(fig. 32) Marcada con un círculo rojo la ultima torre de la cerca, de nombre desconocido. Y junto a ella, con dirección sur, la cerca de mampostería.


 En la siguiente imagen (fig. 33) vemos la destrucción del mismo muro de la de la fotografía anterior, y del hundimiento de la calle que protegía. Según la altura del agente que custodia el derrumbe, podemos estimar un ancho de muro muy aproximado al que se encuentra en la calle Remedios, también construido con mampostería.

(fig. 33) A la derecha se puede comprobar el perfil de la cerca de mampostería.


 Y para finalizar, el tramo que sube por y desde el Puente Málaga, aproximadamente en la intersección con calle Arte obtendría dirección oeste hasta cerrar con la muralla del castillo en calle Salinas, formando allí la puerta de Santa Catalina de la que no queda nada.


(fig. 34) Trazado sugerido sobre imagen aérea.


(fig. 35) A la izquierda, sobre la unión del río Huelo y el arroyo de la Represa, la torre Nueva, y a la derecha la puerta de Málaga con su puente.


(fig. 36) La puerta de Santa Catalina en la intersección con la muralla del castillo.




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[8] (MADOZ, 1848, pág. 213)

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3.- PLANIMETRIA E IMAGENES 3D

 Usando todos los datos descritos anteriormente, nos aventuramos a dibujar un plano a escala de las murallas de Marbella. Los datos obtenidos nos dan una superficie aproximada intramuros, sin contar la extensión del castillo, de 50.600 m2, que sumados a los 10.650 m2 del castillo, obtenemos una superficie total de la ciudad de Marbella de 61.250 m2. El perímetro aproximado de la cerca, también sin tener en cuenta el del castillo, es de 1.045 m.

 En la siguiente imagen (fig. 37) se puede comprobar la diferencia entre el trazado definitivo sugerido en este estudio y la representación de las estructuras en el plano del siglo XVIII. Aunque aproximado, en algunas zonas se ven las grandes diferencias y deformaciones que contiene. Sobre todo se aprecia en la representación del castillo, del que conocemos muy bien sus medidas y formas. Es posible que por la dificultad de tomar las medidas en los trabajos de campo, debido a las numerosas viviendas adosadas, que obtuviera tal deformación, pero es la estructura peor representada. La puerta de Santa Catalina, al partir de las murallas del castillo y la deformación de este, también está situada en el plano más al norte de donde con toda posibilidad estuvo realmente. La puerta Málaga, y hasta la torre Nueva, su situación y medidas son muy cercanas. El resto del trazado sur, la puerta de la Mar, y hasta la torre del Fixo, el trazado propuesto estaría unos metros más hacia el sur. Sin embargo en el flanco oeste, es el trazado del plano del XVIII el que sobrepasa hacia el oeste el trazado sugerido. Y al norte, la situación de la torre de Afuera si coincide; la puerta de Ronda no, teniendo en el plano del XVIII el tramo de muro que llega a ella un extraño ángulo; y la torrecita con punta redondeada si coincide prácticamente de forma exacta.

 
(fig. 37) En azul, sobre el plano del Archivo de Simancas, el trazado sugerido en este estudio.


 En la siguiente imagen (fig. 38) hemos mezclado la foto aérea con el trazado sugerido. La imagen aérea, como he descrito anteriormente, ha sido de mucha utilidad a la hora de situar las estructuras, al no haber todavía "roto" el crecimiento urbanístico de la ciudad, la forma original que obtuvo de la cerca, e incluso se pueden percibir algunas estructuras que aun quedaban.

(fig. 38) En azul el trazado sugerido sobre imagen aérea de 1946.


 En la siguiente imagen (fig. 39) he añadido sobre la anterior el callejero actual. Se puede ver como la coincidencia de escala y trazado de calles coincide prácticamente de forma exacta.

(fig. 39) Sobre la anterior, añadimos el callejero.


(fig. 40) Imagen del callejero actual con el trazado sugerido.


(fig. 41) Imagen final del trazado obtenido una vez depurados todos los datos anteriormente descritos.


(fig. 42) Situación de algunas de las fotografías usadas


 
       (fig. 43) Recreación 3D de la ciudad de Marbella amurallada, vista desde el norte.


 
       (fig. 44) Vista oeste


(fig. 45) Vista Sur


(fig. 46) Vista este



Daniel Moreno Fernández



4.- BIBLIOGRAFIA

*ARQUEOSUR MÁLAGA, S.C. (1993): Intervención Arqueológica de Urgencia en la Plaza de la Victoria, Marbella (Málaga).

*MADOZ IBAÑEZ, Pascual (1848): Diccionario Geográfico - Estadístico - Histórico de España y sus posesiones de ultramar. Impresión a cargo de D. José Rojas.

*MORENO FERNÁNDEZ, Francisco Javier (2004): El centro histórico de Marbella: Arquitectura y Urbanismo, Universidad de Málaga-Ayuntamiento de Marbella - Cilniana, Málaga.

*NUÑEZ VILCHEZ, Daniel (2015): Actividad Arqueológica Preventiva, c/ Solano s/n, c/Remedios nº 6. Marbella (Málaga), ARQUEOSUR - Estudio de Arqueología, S. L.

*VÁZQUEZ CLAVEL, Pedro (1781): Conjeturas de Marbella. Entretenimientos Histórico-Geográficos, que dictó el amor de la Patria y en sus ocios, Córdoba, Oficina de Don Juan Rodríguez de la Torre.

*YAMUR. ARQUITECTURA Y ARQUEOLOGIA, S.L., (2010): Plan Director del Castillo de Marbella (Málaga).







UN EDIFICIO HIDRAULICO ROMANO EN EL CASCO ANTIGUO DE MARBELLA

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